Tal y como informa EFE, el Instituto Europeo de Alimentación Mediterránea (IEAMED) se muestra preocupado por el futuro de la dieta mediterránea, reconocida como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad. Así, se ha propuesto constituir una Mesa de Alimentación Mediterránea, formada por distintos expertos de diversas áreas, que además de estudiar las bondandes de este tipo de dieta, tendrán como misión fomentar y publicitar sus beneficios para la salud.
Este nuevo órgano, que tendrá carácter consultivo, estará formado por un comité científico, otro de apoyo al empresario -principalmente del sector agroalimentario- y un tercero, que se ocupará exclusivamente de los asuntos gastronómicos.
La Dieta Mediterránea se basa en una alimentación centrada en nutrientes ricos en hidratos de carbono, vitaminas y fibra, complementada con un reducido aporte de calorías (un 10% del total) y una mayor proporción de alimentos con ácidos grasos insaturados, como los procedentes del aceite de oliva virgen, que de ácidos saturados. Una dieta que ha demostrado en múltiples ocasiones su alto valor alimenticio y sus beneficios para la salud, pero que está perdiendo terreno frente a dietas basadas en comidas rápidas, con un aporte calórico mucho mayor.