Con la llegada la nueva Ley Antitabaco por la que se prohíbe fumar en los establecimientos públicos como bares, cafeterías y restaurantes, llega el boom de las asociaciones gastronómicas.
Muchos de estos establecimientos, se han reconvertido en asociaciones y hermandades gastronómicas. ¿El motivo? Pues es tan sencillo como éste: Las asociaciones de este tipo, constituidas como Sociedades gastronómicas, son consideradas como asociaciones culturales sin ánimo de lucro, recintos privados, por lo que a ellas no llega la prohibición de la Ley Antitabaco, sino que son los propios socios los que deciden si se permite o no fumar en él.
Uno de los primeros locales en realizar este cambio, que a grandes rasgos consiste en convertir a los clientes en socios y pasar el establecimiento a domicilio social, según nos informan en la noticia publicada en el El Heraldo de Aragón, fue el bar zaragozano «Toma 3» que ahora ha pasado a ser la «Asociación del chuletón y el vino», pero éste no ha sido el único, otro que también se ha unido a esta iniciativa ha sido el bar «El Don» de Valladolid.
Dicen que hecha la ley, hecha la trampa y en este caso, ante la Ley Antitabaco, la «trampa» están siendo las Sociedades gastronómicas y los Clubes de fumadores.