Pekín, 7 mar (EFEAGRO).- En China el jamón tiene un largo camino por recorrer debido al desconocimiento sobre el mismo y su alto precio una vez exportado, sin embargo hay un producto que ha tomado la delantera y que encabezó las importaciones chinas a España en 2010, la casquería de cerdo.
Las importaciones de casquería o despojos, junto a otras partidas como la carne fresca de cerdo o el tocino, dieron a España más de 41 millones de euros, cifra que permitió a productos como el morro, la careta o las orejas convertirse en los «españoles» favoritos de China.
Estos números proceden del Gobierno chino, quien también incluye las reexportaciones hechas desde la región administrativa especial de Hong Kong.
Según datos españoles, las exportaciones exclusivas a la China continental supusieron unos 20 millones de euros en 2010.
El por qué de este interés por la casquería reside en el sur del país, donde la carne de cerdo se utiliza, además de para elaborar platos como el «wu gen chang wang», un estofado picante con salsa de mostaza, o el «zha fei chang», basado en rodajas de intestinos con salsa de judía dulce, como elemento para la medicina tradicional.
El jamón ibérico, a pesar de ser uno de los símbolos españoles más reconocidos en el mundo, es un producto poco conocido y aún menos extendido en el gigante asiático.
La casquería, por su parte, ha tenido un rápido crecimiento y aprovecha una circunstancia que, según explican a EFE fuentes del Agencia Andaluza de Promoción Exterior (Extenda), beneficia a ambos países.
«En España se destruye gran parte de los despojos, por lo que existe un coste añadido. Aquí se convierte en un producto para comerciar y éste es un mercado donde China ve a nuestro país como un referente internacional», aseguraron desde Extenda.
En este mercado, los principales competidores españoles son Alemania y Estados Unidos, países que han tenido problemas de contaminación cárnica que, en el caso teutón, podrían afectar a sus números de 2011 y, en el estadounidense, llevaron a suspender sus exportaciones de carne a China durante el año pasado.
Según Extenda, la progresión de este tipo de producto se espera sea «muy buena» y que los números «crezcan en los próximos años», algo que se puede decir del jamón pero siempre con cautela.
«En el tema del jamón se ha exagerado mucho. Está en una fase de posicionamiento ya que el público, mayoritariamente, es extranjero. Debemos dar a conocer el artículo a los chinos para, en dos o tres años, empezar a ver jamón español en los supermercados de forma habitual», aseguraron a EFE.
A este respecto, en la actualidad hay un reducido número de empresas españolas en China intentando introducir el jamón como alimento, cuyas estrategias son diversas y, en algunos casos, se opta por la hostelería de alto nivel para dar a conocerlo.
En todo caso y, según Extenda, «no se puede hablar de un mercado potencial de 1.300 millones de personas bajo ningún concepto porque la gente desconoce qué le vendes y por qué a ese precio, ya que hay empresas italianas que producen en China y, por tanto, a menor coste, un alimento de similar aspecto».
Aunque el jamón aún está lejos de ser el producto estrella y la casquería se ha erigido en una opción interesante, hay otro alimento cuyas exportaciones crecen año tras año y que, en 2010, se ha consolidado como una de las apuestas más fuertes hechas desde España, el aceite.
A pesar de que en 2010 los aceites de oliva procedentes de Grecia e Italia experimentaron un fuerte crecimiento en detrimento del de origen español, lo cierto es que las exportaciones de este líquido avanzan a buen ritmo.
«Lo que más se vende aquí en China es el aceite virgen y el virgen extra español. El producto se consume por salud y, en un plano secundario, por el sabor y la imagen. España es el primer productor mundial y se ha hecho un esfuerzo promocional bastante fuerte para lograr estos resultados», declararon desde Extenda.
Sin embargo, y a pesar de que las exportaciones españolas han crecido de forma notable en los últimos años, lo que a China llega del sector agrícola español es sólo un 0,39 por ciento del total importado por el gigante asiático.
«El desequilibrio comercial entre España y China es considerable. Las cifras de cobertura en España están en el 14 por ciento respecto a las chinas. Sin embargo, se ha mejorado la balanza comercial y estamos consiguiendo, cada vez, una mejor cuota de mercado«, concluyeron desde Extenda.
Javier Ibáñez.