Regalar juguetes a los niños y a los no tan niños, es un reclamo habitual utilizado por los restaurantes de comida basura -o fast food, eufemísticamente hablando- que puede tener los días contados. Concretamente, en la actualidad se ha desatado una ola de prohibiciones en diferentes estados de EE.UU., que amenaza con instalarse a nivel global.
La prohibición de «regalar» juguetes con las hamburguesas, perritos calientes, pizzas, y demás clásicos de la comida rápida, se basa en el deseo por parte de las administraciones de regular los elevadísimos índices de obesidad que se han detectado últimamente en los niños, una realidad en la que influye en buena medida la preocupante invasión de la «cultura fast food» en detrimento de la comida casera, y del estilo slow food. Con esta iniciativa, se primaría el consumo de alimentos bajos en grasas y en calorías en las cadenas de fast food, al permitirse la utilización de regalos como incentivo, sólo en los menús que no superen unos determinados niveles.
A la espera de ver los resultados de esta iniciativa, creo que las prohibiciones pueden ser parches ocasionales para problemas puntuales, pero que la mala alimentación de los niños -y de la sociedad en general- requiere una mayor implicación institucional y personal desde el punto de vista formativo e informativo. Todos somos responsables de lo que comemos, pero no todos sabemos lo que estamos comiendo -y sus consecuencias- cuando lo comemos.