Quien se dedica a la cocina tiene que amar lo que hace, le tiene que «apasionar», tiene que pensar en ella a cada hora, «durante el día y la noche, toda la vida». En estos términos se ha referido a la cocina el reputado cocinero vasco Pedro Subijana -del restaurante Akelarre-, un ámbito en el que, además, según declaró a EFE, hay que estar a la última, tener «los ojos bien abiertos» y «los radares puestos».
Las declaraciones de Subijana nos han gustado especialmente por hacer alusión a cuestiones elementales, aplicables a cualquier ámbito de la vida, a través de paralelismos que bien podrían ponerse en boca de un enamorado hablando de su amor. Y es que en cocina, la pasión y la dedicación diaria y constante, son los ingredientes de los que nunca hablamos, pero que resultan imprescindibles para que cada bocado sea un flechazo.