Está mal que yo lo diga, pero la verdad es que quedó rico este «experimento de sopa» que se me ocurrió el domingo, para ver si mi enano de 15 meses se animaba a comer algo más que purés y potitos, además de no tener que hacer un plato distinto para su padre y para mí.
Pensando, pensando, me acordé de una receta que un día vi en la web de sopa italiana de verduras y quise hacer algo parecido, pero en lugar de añadir fideos, decidí hacerla con arroz.
No seguí la receta al pie de la letra por 2 motivos: porque no tenía panceta y porque quise aprovechar las verduras que tenía en casa. Con lo cual, la que os presento a continuación es mi receta de sopas de arroz con verduras, de la que podían haber comido 6 personas fácilmente (eso sí, yo sólo le eché el arroz a una parte del caldo resultante, el resto está congelado para días futuros).
Ingredientes (para 6-8 personas):
400 gr. de carne de hamburguesa (aunque vale cualquier tipo de carne)
2 puerro pequeños
1 pimiento rojo
2 zanahorias (yo usé una, pero es que era tamaño XXL)
4 tomates
150 gr. de brócoli
150 gr. de calabacín
8-10 puñados de arroz
Agua
Sal
Aceite de oliva
3-4 guindillas cayenas (no las añadí porque era para el niño, pero le dan un sabor delicioso)
Elaboración:
Picamos en trozos grandecitos las hamburguesas y las ponemos a dorar en una cazuela grande con un poco de aceite (cuanto más grasa suelte la carne que elijas, menos aceite debes echar) y las cayenas (como he dicho antes yo no las añadí). Cuando se haya dorado la retiramos junto con las guindillas, desechando estas últimas.
Mientras se dora la carne, lavamos bien las verduras, pelamos la zanahoria y limpiamos bien los puerros. Las troceamos toscamente, primero la zanahoria, luego los pimientos, el brócoli, los puerros, el calabacín y por último los tomates (sin mezclarlos). Vamos añadiendo las verduras a la cazuela en la que hemos frito la carne, en el orden que las hemos picado, de forma que mientras añadimos una, la que hemos echado antes se vaya pochando. Damos un poco de tiempo antes de añadir el tomate para que las verduras estén ya bastante rendidas, ya que una vez que añadamos el tomate el sofrito dejará de freírse a causa del ácido del tomate.
Una vez que todas las verduras estén bien rehogadas, añadimos agua y lo trituramos todo bien con la batidora (también puedes utilizar el pasapurés o dejarlo sin pasar; eso es a gusto de cada uno). Una vez conseguida la consistencia deseada, se vuelve a añadir la carne y se lleva a ebullición. Se deja cocer unos 10 minutos (si no vas a utilizar todo el caldo, este es el momento de apartarlo para, una vez bien frío, congelarlo).
Con el caldo deseado, añadimos más agua, ya que para cocer el arroz se necesita que el caldo esté más bien aguado. Cuando el caldo comience a hervir de nuevo, añadimos el arroz y, a fuego medio, lo dejamos el tiempo suficiente para que esté en su punto.
Rectificamos de sal si es necesario… y a comer.
A mi enano le encantó la sopa, y como muestra un botón…
¡Bravo Sofía! Por innovar, por triunfar y por compartirlo con todos 🙂
Gracias a ti Ricardo, te animo a hacer la sopa, te aseguro que está riquísima.
Lo haré, todavía apetece a pesar del buen tiempo, y para un amante de las verduras como yo, es fácil resistirse…
A mí me encantan las sopas, ésta la pruebo seguro 🙂
Lo que más me ha gustado de la receta de las sopas, son las fotos finales, pero voy a hacerla.
Jejejeje, ya lo sabia yo que te iban a gustar.
La sopa estaba muy delicioso. he añadido algunos más sal para dar sabor, y creo que con el más verduras en la sopa mejor sería. me encantó y yo lo haré pronto de nuevo 🙂 gracias por la receta.