Esta receta me trae unos bonitos y tristes recuerdos al mismo tiempo. Buenos, porque me recuerda grandes momentos que viví con mi abuelo paterno; tristes, porque hace ya unos cuantos añitos que falleció, y con el paso del tiempo te das cuenta de que podías haber aprovechado más tiempo junto a él.
Hoy he recordado este sencillo desayuno o cena (mi abuelo lo tomaba todas las noches después de la cena, como postre… Anda, que no era goloso, jeje), que no sólo es delicioso, sino que además ayuda a ahorrar, al ser el ingrediente principal la miga del pan que haya sobrado del día anterior.
Ingredientes para 1 persona:
Pan
Leche (yo la uso de soja, pero eso es al gusto de cada uno)
Azúcar al gusto (yo en este caso he utilizado edulcorante líquido)
Canela en polvo
Preparacion:
Sacar la miga al pan y echarla dentro de una taza o bol de desayuno.
Llenar la taza con leche, remover y añadir más leche, hasta que el pan esté bien cubierto.
Añadir el azucar y mezcla bien. Dejar reposar hasta que la miguita está blanda (el tiempo dependerá de lo duro/seco que esté el pan).
En el momento de comer, espolvorear con canela abundante, mezclar y a comer… delicioso y barato barato.
P.D. Me encanta ver cómo las recetas de nuestros/as abuelos/as nos han marcado lo suficiente como para que nos sintamos orgullosos de compartirlas con los demás. Supongo que lo mismo le pasa a Santiago Salamanca, que abrió su blog Gastroconversaciones con la receta de su abuela tortilla de pan.
Sin duda Sofía. Las recetas que quedan en la memoria, esas que nos hacían nuestros abuelos o padres, tienen algo especial.
Un abrazo
Tengo pendiente hacer tu tortilla… me encantó el día que la leí y la hago seguro, ya te contaré.
Si algún día te sobra un poco de pan, acuérdate de mi abuelo y hazte este rico, dulce, barato y sencillo desayuno.
Saludos Santiago.
Sencillo y riquísimo. 🙂
Enhorabuena por tu blog.
Saludos.
Muchas gracias, aunque este blog lo hacemos más de uno, mi compañero Ricardo es el que más artículos publica y Susana nos manda sus recetas de vez en cuando.
Echaré un buen vistazo al tuyo, lo que he visto de momento me gusta mucho.
Un saludo.
que buena idea, nunca se me habia ocurrido. ahora a aprovechar el pan.
Elsa, pues mira también la receta de Santigo de la que hablo al final del artículo, también es una gran idea y debe estar deliciosa, deliciosa.
Mi gustar 🙂
Mi alegrar, jejejeje.
Es el «pan migao» que nos comíamos cuando eramos pequeños, nosotros sustituíamos la canela por cacao en polvo.
Si os queréis sorprender, podéis probar con la siguiente merienda o desayuno: pan tierno (no de molde) con aceite de oliva y espolvorear cacao en polvo. Mis hijos y sus amigos lo devoran.
Jejejeje, eso es lo que yo conocía como Nocilla casera cuando era pequeña… mi madre nunca nos la compraba y de vez en cuando, cuando nos poníamos muy pesados, nos hacía lo que tu me cuentas, también con mantequilla en lugar de aceite y nos volvíamos locos con ello.
jajajajaja es sorprendente que alguien lo haya comido, ya que cuando lo comento todo el mundo pone una cara extraña cuando digo la mezcla!!!
Pues por la de comentarios y mensajes en las redes sociales, te aseguro que lo el que no lo ha comido lo ha visto comer… si es que este tipo de recetas son las mejores.
Ummm! Lo trataré ahora mismo.
Ya nos cuentas… cuanta más canela mejor, si no te gusta, hazla con cacao en polvo.
La verdad es que es un recuerdo en toda familia, ver a sus abuelos o en mi caso a mi bisabuela con un trozo de pan duro en el mandil, que aprovechaba para el desayuno.
me has sacado una sonrisa, gracias
Gracias a ti Carolus… La verdad es que como receta no es gran cosa, pero como artículo para despertar recuerdos dormidos, es estupendo.
Me ha encantado la receta, mañana pruebo. Ah!, y lo que más me ha gustado es lo de… «ingredientes para 1 persona: leche, azucar, pan y canela». ¿Qué pasa, que si es para 4 cambia algún ingrediente? (es broma…)
Jejejejejee, tienes razón Rosa, lo que hacen las costumbres, como siempre ponemos el número de personas, jejejejejejejje… Pero es cierto, en este caso es un poco tontote, jejejejeje.
Pues sí sofía, esta riquísima receta trae muchos recuerdos… Algunos la llaman leche migada, y es una maravilla de sabor y de saber aprovechar los alimentos, que en estos días con la crisis, nos viene muy bien a todos.