Con la publicación de sus 20 libros y con la venta de productos a través de la tienda online, al parecer «Pierre Dukan no pretendía obtener ganancias ni fama», sino «proponer métodos de adelgazamiento capaces de hacer frente a la obesidad». Esto es al menos lo que piensa -o lo que le tocaba decir- al representante legal de Pierre Dukan, creador de la famosa y polémica dieta Dukan de la que ya he dado mi opinión en otros artículos. Las declaraciones se produjeron con motivo de la intervención del propio Dukan ante los tribunales por una denuncia interpuesta no contra él, sino por el controvertido nutricionista. ¿El denunciado?, el doctor francés experto en nutrición Jean Michel Cohen, autor también de varios libros. ¿La razón de la denuncia?, la supuesta difamación de éste contra la dieta Dukan, al considerarla como «un peligro para la salud, sobre todo en determinados pacientes, al provocar un aumento de colesterol, problemas cardiovasculares o cáncer de mama».
Lo cierto es que la misma opinión de Cohen la han mostrado ya nutricionistas de medio mundo. En España, sin ir más lejos, y con el respaldo del Ministerio de Sanidad, la Asociación de Dietistas y Nutricionistas no dudó en emplear adjetivos como «fraudulenta», «ineficaz» o «peligrosa», a la hora de referirse a la dieta Dukan. En este mismo sentido, cabe destacar el informe acerca de la misma que la Agencia Francesa de Seguridad Sanitaria de la Alimentación (ANSES) hizo público el año pasado, advirtiendo del «peligro que puede suponer el seguimiento de dietas ricas en proteínas como la Dukan», apuntando igualmente al «cáncer y a las enfermedades cardiacas como posibles consecuencias».
Sin embargo, hasta ahora Pierre Dukan no ha «creído conveniente» denunciar a las instituciones sanitarias que le desacreditan, y ha preferido «defender su honor» y el «noble fin» de su dieta -según dice, siempre centrado en la mejora de la salud pública, y derivándose el enorme lucro de la misma como una mera consecuencia colateral de su éxito- atacando al bueno de Jean-Michel Cohen. Mientras tanto, millones de personas siguen enganchándose a la dieta, y yo sigo sin entender la censura parcial de las autoridades sanitarias.