Todos conocemos a alguien que se come una zanahoria en el descanso a medio día del trabajo, en el colegio, en la Universidad o en casa. El que dice una zanahoria, dice una pieza de fruta, un tomate o un pepino pelado y cortado a la mitad, con un poco de sal. Pero lo cierto es que esta especie de crudívoros son una excepción.
Teniendo en cuenta que en España solemos desayunar poco, que la hora de la comida se desarrolla por lo general entre las dos y las tres de la tarde, y que entre la comida y la cena pueden pasar entre cinco y seis horas, es difícil resistirse a picar entre comidas. No obstante, incluir a media mañana un aperitivo, snack, tentenpié, o como queramos llamarlo; y una merienda a eso de las seis de la tarde, no está contraindicado por los nutricionistas. Lo importante es mantener una regularidad en lo que se refiere a los horarios de las comidas, no salirse de las horas fijadas, y lo más importante, comer sano.
Los snacks de media mañana son bastante peligrosos, al ser un momento del día en el que la mayoría nos comeríamos cualquier cosa rica, dejando la conciencia para más tarde. Además, para mucha gente es difícil establecer rutinas de comidas en el descanso de la mañana y en la merienda. Por eso rompo una lanza por el selecto «club de la zanahoria», el de la manzana, el del plátano, el de la mandarina, etc. En definitiva, por cualquiera que huya de la bollería industrial, de las golosinas o de las patatas fritas.
En concreto, las zanahorias me parecen un estupendo recurso para matar el hambre en las horas intermedias entre las principales comidas del día, porque además de estar muy buenas y de ser muy refrescantes, tienen unas propiedades magníficas. Por su alto contenido en betacaroteno (un compuesto que se transforma en vitamina A en el organismo), las zanahorias son un alimento estupendo para mantener la salud de la piel y para la vista; por su aporte de antioxidantes, ayudan a proteger nuestras células; y por sus muchos minerales, son buenas para el intestino, para el hígado y facilitan la expulsión del exceso de colesterol.
Foto: Muztiko
Tomarse una zanahoria media hora antes de ponerse al sol, es resultado de bronceado seguro, mucho más rápido y mucho más duradero.
Yo quería mini zanahorias como opción de snack sano en la oficina, pero al parecer no me entendieron… 😛
Se compraron, Holly. De hecho, yo mismo tuve que tirarlas al cabo de unas semanas, porque se habían puesto todas malas. Ya ves el éxito que tienen nuestras propuestas de «snacks sanos» entre las masas 🙂 De todas formas, lo mejor es traerla ya de casa, pelada, lavada y envuelta en papel 😉
Y no olvides su alto contenido en agua (hidratación), fibra (tránsito intestinal)… y su alto contenido en azúcares simples (por lo que conviene mascar goma después de una zanahoria).
Yo tomo siempre una zanahoria grande (125gr) a la hora del café (allá por las 12) y hay días que cuesta acabarla. Eso sí… es rica en azúcares simples, así que sus efectos no duran más de 1~2 horas. De cualquier modo, me dan mejor resultado que las manzanas (sin importar su tamaño, siempre me entraba hambre una hora después de comerla)
Eres mi ídolo 😉