Aunque os parezca mentira, vuestro bebé está dejando de serlo. A los 15 meses, los pediatras dejan de considerarlos bebés para tratarlos como niños; pequeños, pero niños, y por eso vosotros como padres debéis comenzar a tratarlo como tal, como a un pequeño adulto.
Para llegar a buen puerto en este cambio de etapa, hay que seguir nuevas pautas en la alimentación del bebé (afortunadamente en cuanto a la alimentación cada vez es más sencillo) y para ello, este artículo de alimentación para bebés de 12 a 15 meses es perfecto.
A los 12 meses se le puede dar la clara del huevo (la clara de huevo es el alimento que más alergias alimenticias provoca en los bebés, aunque esta suele quitarse sobre los 2-3 años en un porcentaje muy muy alto, está bien atento a cualquier reacción). Como en el caso de la yema, la clara se introducirá poco a poco y bien cocida, y se añadirá al puré de verduras.
Entre estos meses puedes ir introduciendo otras verduras como calabacín, calabaza, nabo, etc. También se puede cambiar la carne o el pescado por vísceras, de forma muy puntual.
A estas alturas, si no lo has hecho ya, puedes dar al niño, sobre todo en las cenas, alimentos como jamón de york, chóped, queso fresco o de untar, tortilla francesa (si ya se le ha introducido totalmente el huevo), pescado blanco a la plancha o rebozado, carne guisada o a la plancha, croquetas, etc.
Una vez cumplidos los 15 meses, puedes darle, pero en pocas cantidades hasta los 18 meses, pescado azul y leche de vaca entera.
Hay que empezar a darle al niño las papillas con una textura más gruesa, para que se vaya acostumbrando a masticar y encontrar trocitos en la comida. Los horarios deben ser lo más rígidos posibles, ya que los horarios de comida están íntimamente ligados con los del sueño.
Se le puede añadir un poco de sal en las comidas, pero poca cantidad, si un adulto prueba la comida de un bebé siempre debe estar sosa.
A los 12 meses, puedes retirar el aporte de vitamina D3.
¡Y a seguir disfrutando de tu hijo!
Foto: Sofía Rodríguez @ Blogcocina