¿Tomas zumo de naranja a partir de naranjas exprimidas, o prefieres los zumos de tetra brik? ¿Confías en los zumos que bebes? Hay un montón de alimentos que, sobre la mesa, son recomendables desde un punto de vista nutricional; o al menos no se puede decir que sea malo tomarlos. Sin embargo, a veces no es oro todo lo que reluce, y algunos «alimentos buenos» quedan en entredicho, debido a una manipulación inadecuada por parte de las industrias que los procesan. Tal es el caso de las industrias lácteas, a las que la OCU acusó hace escasas semanas de ofrecer leche de baja calidad, basándose en análisis científicos.
Hoy le ha llegado el turno al zumo de naranja, cuya calidad es puesta en entredicho en un interesante artículo sobre las técnicas de extracción de éste que hemos encontrado en Gizmodo. «¿Cómo haces tu propio zumo de naranja en casa?» -se pregunta el autor del artículo-, a lo cual responde: «¡Es fácil!, sólo hay que exprimir las naranjas». A continuación la pregunta es: «¿Cómo hacen el zumo las grandes compañías de elaboración de zumo?». En este caso, la respuesta cambia ostensiblemente: «¡Es complicado! Exprimen las naranjas, eliminan el oxígeno (esto conlleva una pérdida de aroma y sabor, pero es necesario para que el zumo se mantenga ¡durante al menos un año!), y luego añaden el aroma perdido a través de packs de aromas artificiales».
El estudio de Gizmodo apunta directamente a marcas de zumos de naranja como Tropicana, Simply Orange, Minute Maid o Florida’s Natural; si bien incluye un inquietante «etcétera» al final de la lista, que nos hace arrojar irremediablemente una sombra de duda sobre los zumos en general.
Lo cierto es que, a día de hoy, los consumidores -y no me refiero ahora a los de zumos de naranja, sino a los de todos los productos alimenticios en general- no podemos tener constancia plena de lo que comemos y bebemos. Vemos atractivos envoltorios con información muchas veces engañosa, y leemos listados de ingredientes que no despejan ni mucho menos nuestras dudas acerca de la calidad de cada alimento. Por eso cuando leemos en el cartón de un zumo «Zumo 100% natural sin concentrados», uno tiende a creérselo, pero desconfía por naturaleza. Seguramente perderíamos en cantidad y en inmediatez, pero a veces uno desearía volver a los tiempos en los que las frutas y verduras provenían de los huertos locales, el pan de la panadería del panadero del barrio (pan para personas hecho por personas), la leche y el queso del lechero, etc.. Pero mientras queramos seguir viviendo más deprisa de lo que podemos, seguiremos sin tener tiempo para hacer nuestro propio zumo de naranjas exprimidas.