«Un restaurante en mi salón» es un reality que se emitirá los viernes a las 21:30 horas.
La cocina está de moda, y los reality shows también. Una buena mezcla de ambas cosas, por lo tanto, no tiene que ser mal mejunje. Eso es lo que han tenido que pensar los responsables de programación de la cadena de televisión Cuatro, donde este viernes a las 21:30 horas se estrenará un programa concurso llamado «Un restaurante en mi salón», en el que los participantes tendrán que montar un restaurante en el salón de sus casas en tan solo 48 horas con un presupuesto muy ajustado, y responder a las exigencias de la clientela.
¿Buenas intenciones?
A mí me gusta la cocina, pero no me gustan los reality shows; sin embargo, dado que la leche no me gusta y que el arroz con leche es uno de mis postres preferidos, he pensado que voy a darle una oportunidad al programa y si no tengo nada mejor que hacer este viernes, voy a ver «Un restaurante en mi salón». Intuyo que el rollo interesante de éste consiste en ver cómo sudan la gota gorda un grupo de treintañeros en apuros económicos, montando un comedor para una veintena de clientes y su correspondiente cocina equipada con todo, menaje e ingredientes. Me gustaría, pero no creo que en el reality se haga hincapié en lanzar ideas constructivas acerca de la buena alimentación y demás. Atrás quedaron las buenas intenciones pro sociales de Cuatro, antes de ser comprada por Telecinco.
La cocina, cada vez más presente en los medios.
Que la cocina esté ganando cada vez más protagonismo en los medios, es un buen síntoma. Es síntoma de que la gente está interesada en comer mejor y más sano, aunque también, seguramente, es síntoma de la necesidad de los jóvenes de hoy en día de ideas rápidas, directas y efectivas; de recetas. Ya son historia los años en los que la tradición culinaria se transmitía de madres a hijos en largas mañanas y tardes en la cocina con una buena charla de por medio, con el delantal enharinado. Ya no hay tiempo para eso. De cualquier forma, brindo por los medios que asumen con dignidad su papel de transmisores de nuestra cultura gastronómica, mimando el gusto sin caer en lo fácil, y sin despreciar el factor nutricional.
Foto: Cuatro