Receta: jamoncitos de pollo con salsa de pimientos

La receta de los jamoncitos de pollo con salsa de pimientos morrones que os propongo hacer hoy, es de ésas que, cuando se la veía hacer a mi madre en casa, y sobre todo cuando la comía, me imaginaba que serían enrevesadas, casi imposibles para un profano en la cocina como yo.

Pero cuando la emancipación dio lugar a la necesidad, y mi tendencia a comer rico y sano, a la llamada a la madre, descubrí por sorpresa que ésta en concreto era todo lo contrario: una receta fácil y poco trabajosa.

El día que mi madre me explicó por teléfono esta receta, por mi sangre ya corría cierta sustancia asimilada después de toda la vida oliendo, mirando y gustando en la cocina. Es el poso de la tradición y la cultura materna que se lleva dentro, aunque no se sepa.

Por eso, a pesar de mi recelo y del de los jamoncitos, que esperaban desconfiados en la nevera, la receta resultó ser una fiel interpretación de la original; vamos, que quedó bastante bien a la primera, aunque quede feo que lo diga uno. Ahora, pasado un tiempo, os la cuento y os la desmenuzo en un paso a paso con fotografías, para que podáis hacerla vosotros en casa.

Ingredientes (para 4 personas):

Jamoncitos de pollo con salsa de pimientos
8 jamoncitos de pollo
1 pimiento morrón
1 tomate
1 vaso de vino blanco
Aceite de oliva, pimienta negra molida y sal

Elaboración:

Receta paso a paso de los jamoncitos de pollo con pimientos
1. En una cazuela en la que quepan los 8 jamoncitos, echamos un buen chorretón de aceite y sellamos los jamoncitos a fuego medio, durante unos 5 minutos, dándoles la vuelta a mitad del proceso.
2. Mientras se doran los jamoncitos, picamos el pimiento y el tomate en trozos todo lo pequeños que podamos. Os recomiendo un tipo de corte jardinera.
3. Echamos el pimiento y el tomate picadito a la cazuela, rehogamos un poco, rectificamos la acidez con una cucharadita de azúcar, añadimos sal y pimienta, y cubrimos los jamoncitos con el vaso de vino blanco. Tapamos.
4. El tiempo que requiere esta receta es de aproximadamente una hora a partir del momento en que añadimos el vino. A mitad del proceso, es necesario darle la vuelta a todos los jamoncitos.
5. Al final, sacamos los jamoncitos de la cazuela, trituramos el pimiento y el tomate hasta obtener una salsa homogénea, y volvemos a echar el pollo.

Hay que decir que los jamoncitos de pollo son, de por sí, un tipo de carne muy compacta que no se empapa fácilmente con la salsa. Por eso, una vez hechos, es recomendable dejarlos reposar durante un día, para que queden más jugosos. Si no, también se pueden hacer unos pequeños cortes en los jamoncitos al iniciar la elaboración.

¿No queríais más recetas fáciles y vistosas? Pues he aquí una de las reinas de mi menú diario, un plato que va bien en toda época. (Yo siempre hago de más para aprovechar para alguna cena). ¡Buen provecho y feliz día!

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