Yogures milagro: la polémica

Yogur

Hace unos años se desató un verdadero huracán comercial y publicitario nacido de una supuesta nueva corriente: la relación entre el consumo de yogur y el alivio del estreñimiento, el reforzamiento de las defensas del organismo y otros milagros. Especialmente simbólico y recurrente es el ejemplo de los anuncios para la televisión de una conocida marca de yogures dirigidos fundamentalmente a mujeres de mediana edad, en los que se utilizó como gancho la imagen de un actor especialmente apreciado por este sector de la población. Un actor maduro al que, según se dejaba caer, la cita matinal con el señor marmóreo debía sentarle de maravilla, y todo gracias a los yogures.

Pero el caso es que la ciencia y las leyes se están ocupando de arrojar certezas sobre este tema y de poner a cada uno en su sitio. Los beneficios de los yogures a los que nos referimos, los aderezados con probióticos lactobacillus y bifidus «harrypottienses», han sido echados por tierra por varios informes técnicos, entre los que cabe destacar un estudio dirigido por Nathan P. McNulty, de la Universidad de Washington, publicado en la revista Science Translational Medicine. La OCU también ha publicado diversos informes en España, y resulta significativo que la marca a la que nos referimos retirara la solicitud de evaluación de sus productos por parte de la EFSA (Agencia Europea de Salud Alimenticia), o que la misma aceptara el pago de una multa de 21 millones de dólares «por exagerar los beneficios» de algunos de sus productos.

La exageración como recurso en algunos de los anuncios publicitarios que vemos a diario, adquiere un cariz diferente cuando se trata de anuncios de comida, al ser la salud y la alimentación dos fenómenos que caminan de la mano. Las propiedades de los yogures, por sí solos, para la regeneración de la flora intestinal, para la mejora del tránsito y para el reforzamiento del sistema inmunológico, así como un extenso listado de bondades, parecen estar refrendados por la ciencia. Pero de ahí a vendernos que 14 días comiendo o bebiendo yogur, basten para pasar de caminar por la calle en blanco y negro con el vientre hinchado, a derrochar sez-appeal, vientre plano y una salud de hierro por los cuatro cuatro costados, hay un mundo.

Más allá de la polémica, yo creo en la buena alimentación y en los hábitos de vida saludables como constante, como medicina preventiva siempre que se practiquen a diario, y no de forma aislada, como práctica milagrosa.

Foto: Pep Badia

Rate this post

10 comentarios en “Yogures milagro: la polémica”

    1. 🙂 Me imagino a Harry y sus amigos cuchara en mano, tomándose el postre exhortando algo así como: «¡Bifidus antiestreñitum!»…

  1. Yo creo que lo mejor para el estrenimiento hacer deportey comer sano:) lo mejor para la vida en general:) y si despues de eso sigues estrenida…pues al bano con el portatil que se hace mas ameno….

    1. Eso mismo pienso yo, aunque discrepo de lo del portátil… Será que tú usas un apple y te va bien. Dicen que los «acer» y los «to-se-iba» tampoco funcionan mal en el baño, pero que con el resto de marcas es mejor abstenerse 🙂

  2. Correr!. Ese es el ejercicio perfecto + una dieta sana y rica en fibra. Los milagros no existen.
    Mi opinión es que hay que dejar que el cuerpo trabaje sólo y sin ayudas para evitar que se vuelva perezoso. Saludos desde mi «acer jaspire juan».

    1. Equilibrio, nada en exceso, en todo la mesura. Todo depende, por supuesto, de la edad de cada uno, del modo de vida… Yo creo que, en el fondo, aunque sólo sea por instinto, casi todos sabemos lo que está bien y lo que no. También es una cuestión de disciplina, ¿no te parece? 🙂

  3. Yo leí algo al respecto hace tiempo y si os fijais en los anuncios de cierta marca de esos de los «bifidus», ante terminaban con la coletilla «recmendado por el instituto…» Y ahora ya NO! Fijaos

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Scroll al inicio