El Agaricus Bisporus, más conocido como champiñón, es la seta más consumida en Europa. Actualmente, es un habitual de las fruterías en todas épocas, si bien la temporada propicia para comprarlos es la primavera y el otoño. Fuera de temporada, los champiñones, como otros productos, suelen provenir de los países del hemisferio contrario, lo que quiere decir que han tenido que volar en clase turista para llegar al súper, un hecho al que me opongo por sus muchos inconvenientes y por ser evitable. Los que militamos a favor de los productos de temporada, disfrutamos en estos días del enorme juego que estos hongos de apariencia simpática dan en la cocina. Su simpatía se debe, no sé si a su forma rechoncha y apacible, o a la enorme cantidad de chistes que se han hecho sobre ellos, y que han tenido que soportar con resignación.
Los champiñones son muy recurridos para hacer salsas, para tomar a la plancha, mezclados con carnes, con pescados, con pasta, en tortillas y revueltos, etc. Una de las recetas que más me han sorprendido últimamente ha sido, precisamente, una de champiñones en vinagre de mi colega en Blogcocina Sofía. Aún no los he probado, pero según me han comentado, quedan estupendos.
Pero no quiero extenderme mucho hablando del sabor y de las posibilidades de los champiñones en nuestra gastronomía, por todos sabida, al menos por los que apreciamos esta mediática seta. Hoy quería hablaros de las propiedades de los champiñones, que son menos conocidas y valoradas, tal vez al verse solapadas por sus mencionadas bondades en todo lo demás. Comer champiñones no es sólo darle al gusto lo que pide, sino que además supone echar un buen cargamento al saco de las fibras, las proteínas y las vitaminas. Lo primero, unido a su bajo aporte de calorías, convierte a los champiñones en un recurso estupendo para los obsesos de las dietas adelgazantes. Lo segundo hace que sea uno de los muchos sustitutos de la carne, al igual que la mayoría de legumbres y cereales. En cuanto a las vitaminas, los champiñones tienen un poquito de cada palo de la baraja: A, B1, B2, B3, B5, C y D.
Además, según he podido saber, los champiñones son ricos en minerales, en potasio, en fósforo y en selenio. Especialmente significativos son los aportes en este último elemento, el selenio, debido a su carácter antioxidante. Las proporciones de selenio en los champiñones y en otras setas es, al parecer, muy alto, pudiendo alcanzar los 20 mg. por cada 100 gr. Así que, si ya me gustaban por su sabor y por su versatilidad en cocina, después de saber esto acabo de convertirme oficialmente en fan de los champiñones.
Humor gráfico: Dosis Diarias
Foto: Perturbao
Yo soy fan de los champiñones. Los como a la plancha, al ajillo, con salsa, de todas las formas habidas y por haber!. Qué le voy a hacer! Me gustan!.
Pues si te gustan los champiñones y los boquerones en vinagre, te aconsejo que hagas la receta que indica Ricardo, eso sí, con vinagre de vino quedan con un sabor muy fuerte, mejor hazlos con vinagre de manzana o de sidra… Ya me cuentas.
Entonces, suerte que tienes, Gypunto, porque repasando la lista de propiedades, le dan ganas a uno de tomar champiñones hasta con el café 🙂
Sofía, seguiré tu consejo. Lo he leído demasiado tarde. Gracias.!. Ricardo, tampoco te pases, ¡eh!.
Metaselos Por El Culo!!! A ver si le saben rico.
La mayoría de los mortales carecemos de papilas gustativas en el orificio anal, señor Bolito. Tal vez usted, teniendo en cuenta cuán desagradable y maloliente resulta lo que de su boca sale proyectado, tenga invertidas las funciones de sendos orificios. Le deseo una pronta mejoría de su mal.
Entiendo, por el pseudónimo que usa el susodicho, que cabe la posibilidad de que no lo haya escrito con acritud, si no que habitualmente sea éste el uso que de este manjar haga, y que por tanto así lo recomiende. Si es así, le recomiendo que lo use, junto con una salsa de miel y mostaza, como relleno del erizo de mar, y todo pa dentro.
¡¡Están para comérselos!!
Bueno, cada uno los usa para lo que quiere. En Andalucía yo he visto alguno en pequeños altarcillos, vestido con túnica y aureola en su cabeza, honrado como patrón de los frutos secos… (el San piñón) 😀
Me gustan mucho los champinones pero no sabia que tenían todas esas vitamínas! Gracias por la info!
Creo que las propiedades de los champiñones son desconocidas por la mayoría, por eso me pareció interesante dedicarle un artículo al asunto. ¡Gracias a ti por seguirnos!
Bueno, yo creo que os gusta más por su familiar forma como una manera de mitigar el duelo por mal superada etapa fálica!!!
Me acabas de dejar por los suelos, Raskingball. Me marcho a la consulta del psicoterapeuta con un champiñón en el bolsillo. Esto es cosa de tres. Por cierto, ¿podrías explicarme qué es la etapa fálica, para que yo le explique a su vez? Es que yo, como hombre, llevo toda la vida en esa etapa (y espero seguir hasta el final, por cierto)… 😀
a mi familia le gustan los chanpiñones y ahora con mas razon los consumire por las vitaminas y minerales que contienen