Llevo un tiempo publicando en Blogcocina artículos de humor relacionados con la comida, la cocina y la gastronomía en general, y parece que han tenido una aceptación estupenda. Eso demuestra que, aunque a todos nos gusta estar informados de todo -incluso de lo que preferiríamos que no sucediera-, a la mayoría parece que nos sienta mejor comer mientras reímos, y no mientras lloramos. Será porque reír nos hace abrir las bocas, y el llanto nos hace nudos en la garganta. O será porque hay ocurrencias, errores e ideas destornillantes, que nos hacen reír tanto, que el consumo de calorías es tal, que nos deja en un estado carencial que invita a comer. Bueno, vamos a reírnos, que hoy traigo un buen saco de razones, y la cosa va de errores –gastroerrores, más concretamente-, quiero creer que inocentes, que tienen lugar en la vida real.
La foto 1 es un claro ejemplo de que todo chino esconde en su interior un cachondo mental, a pesar de la cara de enfadados de la mayoría. La foto 2 demuestra lo caro que puede salir a veces comerse una letra (hay cosas que, como fertilizantes puede, pero como comida resultan caras hasta siendo gratis). La foto 3 no es un error, es un puntazo. «¿Ande cae este súper, paaayo?» La foto 4 es un despropósito en sí misma. Transcribo literalmente, por si no se lee bien: «Se abla es panol». Que hablar, no sabemos como lo hablarán, porque lo que es escribirlo… Y luego dice: «Ojaldre con carne. Espinaca. Qeso. PAN con qeso de cabra». Hay que decir que «cabra» lo han escrito estupendamente.
Seguimos con la foto 5, una tienda de artículos eróticos especializada en mariscos. No tengo nada que decir a este respecto. La foto 6 es una foto de una multitienda de barrio en la que, con mucho ojo, decidieron vender el hielo frío. Eso es espíritu empresarial, y lo demás es tontería. La foto 7 no es un error, es un restaurante de verdad que está muy lejos. Y por último, la foto 8 es una esperanzadora muestra de cómo aún existen lugares a los que uno puede ir a pedir comida que incluso se puede comer. En la puerta de algún fast food a lo mejor tenía cierto sentido un cartel así.
Para terminar, os dejo este vídeo de la divertida sección sobre «las cosas pequeñas» del mago y humorista Luis Piedrahíta en el programa de televisión El hormiguero, en este caso dedicada a errores contenidos en la letra pequeña de algunos productos, y de las cartas de algunos restaurantes internacionales. Para mondarse lo de la «salsa pescatores» de un restaurante italiano, con «majillones, calagor y remate»; y las famosas «bolitas de polla fritas» de un chino. Pero es mucho mejor verlo que leerlo.
Sé que conocéis muchos más casos de carteles de restaurantes o tiendas de comestibles, ingredientes de productos, nombres de establecimientos, envoltorios, y elementos varios con errores graciosos relacionados de una forma o de otra con el comer. Así que ya estoy impaciente por verlos todos y reírme con vosotros. Que nadie dude que, a pesar de todo, como dice Piedrahita, el español es una lengua loable, lo hable quien lo hable.
Jajaja.. que buen recopilatorio…
Aiss, que risas friend 😉
No es lo mismo hablar que escribir… http://goo.gl/dRrLM
😀 Qué bueno, Mamen. Siempre me han llamado la atención los carteles en los que los restaurantes anuncian sus menús. A lo mejor a partir de ahora me da por hacerles fotos y me marco otro recopilatorio dentro de un tiempo. ¡Saludos!
jajaja!!! Lo que yo no sabía es que la vitamina C se evaporaba… misterios de la ciencia oiga! Buen recopilatorio! 🙂 Saludos, Raquel
No contradigas a un asturiano, que te buscas problemas… A mí lo que me ha matado es el punto en la «J» mayúscula de naranja… 🙂 ¡Un saludo!
jajajajaja.No paro de darle vueltas a lo del croissant.No me quiero ni imaginar de qué van rellenos los buñuelos de viento…jajajaja (con perdón).
Ja, ja, ja… 😀 ¡Muy aguda!
no se si os acordais cuando la presentadora de las noticias que digo sobacon en vez de socabon ,direis que no tiene nada que ver .Pero eran las tres la hora de comer.
Tiene mucho que ver, mujer, mucho. Piensa que un «sobacón» viene a ser lo que popularmente se conoce como alerón, ala… alita de pollo; de los cuales salen misteriosamente «empanadillas» cuando hace calor. Y ese olor cebollero… Todo desemboca en comida de una forma o de otra 🙂