Hay tés de muchos tipos y colores, y no nos referimos a la té mayúscula y a la té minúscula, y a sus diferentes tipografías y diseños; sino a la popular bebida que se obtiene a partir de la infusión de las hojas de la planta del té. No obstante, si nos ceñimos rigurosamente a la consideración científica del término «té», hay que decir que, en realidad, tipos de té no hay tantos. De hecho, los tés de verdad se pueden contar con los dedos de ambas manos, ya que tal mención, estrictamente hablando, sólo la merecen las distintas variedades -en función de su mayor o menor grado de oxidación- de la camellia sinensis, la auténtica planta del té.
Ciñéndonos a esto, podríamos hablar de los siguientes tipos de té:
Té blanco. Hecho con hojas nuevas de camellia sinensis, sin color por no haber recibido la luz del Sol.
Té verde. Elaborado con hojas sin oxidación alguna. Está considerado como el tipo de té más beneficioso para la salud.
Té azul, u oolong. Con poca oxidación. Es uno de los más consumidos.
Té negro. Tiene una oxidación bastante alta, y un procesado mucho más complejo. Hay muchos subtipos.
Té rojo o pu-erh. Se trata de una variable del té negro que, en China, aún es empleado como bebida medicinal.
Y té de invierno, o kukucha. Éste se obtiene a partir de hojas muy maduras de camellia sinensis que son tostadas al fuego.
Lo que pasa es que, con el paso de los siglos, se ha generalizado el uso de la palabra «té» para referirse a muchos otros tipos de infusiones, obtenidas a partir de plantas disecadas de todo tipo: la menta, el escaramujo, la flor de malva, el jengibre, y otras muchas hierbas, plantas y flores. Hay incluso quienes meten en el saco de los tés bebidas infusionadas con efectos contrarios a los del té, como la tila, que es relajante. Por todos es sabido que el té, por su alto contenido en cafeína, es excitante. Sí, cafeína y no teína, ya que ésta última en realidad no existe, refiriéndose ambos términos a la misma cosa.
Justo hoy he retomado el té, aunque creo que no debería llamarlo así, leído lo leído, porque lo que he tomado es el llamado té pakisaní, que es una mezcla de varias plantitas, pero que está de rico… y acompañado de unas pastitas… uhm!!! 🙂
¿Té de plantillas? Vi algo parecido en la mítica película de Charlie Chaplin «La quimera del oro», pero pensaba que eran cosas del guión… ¿Tú te has fijado bien en lo que te has bebido? 🙂
A mi me encanta el te pakistani,bueno me gustan todos me tomo 5-6 al dia por la mañana un te ingles que levanta a un muerto,a media mañana uno de futas como naranja-piña,despues de comer uno digestivo(menta,manzanilla,anis,hinojo),a media tarde uno sin teina como un roiboos con alguna fruta,y a la cena una valeriana con un toque de limon.y si entremedias tengo sed me busco uno en la alacena que tengo un monton…
¡Vaya! Esto es devoción por el té, y lo demás son tonterías. Té o infusión de hierbas, está claro que la elección es haces es muy adecuada para según qué momento del día. Muchas gracias por darnos tantas estupendas ideas 😉