La gripe, los resfriados, y otro tipo de enfermedades que solemos relacionar con el frío del invierno, son en cierto modo evitables si conseguimos mantener nuestro sistema inmunitario en buenas condiciones, y en este aspecto, la alimentación desempeña un papel crucial. La comida no debe ser entendida únicamente como una concesión para el instinto y un placer para el gusto, sino como una medicina preventiva.
Hay quienes sólo se aplican adaptando su menú diario a las circunstancias cuando son víctimas de algún virus, pero obviamente no se trata de acordarse de Santa Bárbara sólo cuando truena, sino de comer bien siempre. Cuando se acerca el frío, no obstante, y con la suficiente antelación (aún estamos a tiempo), conviene reforzar algunos aspectos de nuestra dieta, y tomarse más en serio la ingesta de determinados alimentos. Vamos a resumir las pautas recomendables para evitar la gripe en 5 consejos fáciles:
1. Comer más fruta y verdura fresca. Fruta hay que comer regularmente, pero si queremos reforzar nuestro sistema inmunitario, es conveniente elevar a cuatro o cinco el número de veces ingerimos fruta o verdura a diario, con el fin de aumentar tus niveles en vitaminas A, C y E. Algunas recomendaciones: cítricos (naranjas, limones, pomelos, etc.), verduras de hoja verde (espinacas, canónigos, etc.), brócoli, pimientos, zanahorias, patatas, nueces, etc.
2. Ingerir alimentos ricos en vitamina D. El Sol es una de nuestras principales fuentes de Vitamina D, pero hay también algunos alimentos que pueden ayudarnos a aumentar nuestros niveles, como el salmón, las sardinas, el atún, la mantequilla, la leche, el queso o la yema de huevo.
3. Optimizar el nivel de proteínas en sangre. Parece ser que las proteínas intervienen en la primera línea de vanguardia de los agentes inmunológicos. Un déficit de proteínas, por tanto, no sería nada conveniente para afrontar el invierno con garantías. Conviene comer carne magra de cerdo, ternera, frutos secos como las almendras y los anacardos, alubias, pescados, mariscos, etc.
4. Usar aceite de oliva para cocinar. El aceite de oliva, por su alto contenido en grasas saludables y en vitamina E, es un perfecto aliado del sistema de defensas de nuestro organismo. Si se puede, conviene tomarlo en crudo, aunque puestos a cocinar, mejor optar por aceite de oliva virgen, o virgen extra. También son recomendables el aceite de colza y el de girasol.
5. Limitar la ingesta de bebidas alcohólicas. Hasta donde sabemos, tomar una copita al día en la comida es una práctica saludable y recomendable, pero un estudio reciente llevado a cabo en la Universidad de Brown ha demostrado que un consumo excesivo de alcohol debilita el sistema inmunitario.
Si a todo esto le sumamos un poquito de ejercicio diario y alejar el estrés de nuestras vidas, estaremos consiguiendo un equilibrio que nos ayudará a combatir la gripe y otros virus durante los meses de invierno.
Foto: Audrey JM529
Fuente: Today Health
Muy acertados estos consejos. Mi fruta anti-gripe es la granada. Otoñal y muy rica.
¡Qué ricas! Las granadas son como la joya de las frutas, envueltas en su tosco joyero de piel rugosa. A mí también me encantan. ¡Un saludo!
Pues yo llevo muchas temporadas tomando jalea real fresca durante los meses de otoño y enero-febrero con descanso intermitente.Debo decir que nunca he faltado a mi trabajo por gripe, y ya son 25 años!!!a pesar de que mi profesión se considera factor de riesgo, pues soy maestra …Con la de virus y bacterias que convivimos a diario en esta época!!! Ami me va genial, aumentando la ingesta de cítricos en general, naranjas, mandadrinas y kiwis que
son mis favoritas.
Yo le conté un día lo de la miel a un médico, y le faltó poco para reírse en mi cara, pero yo siempre he sido defensor de la miel como fortalecedor del sistema inmunitario. ¡Muchas gracias por tu comentario Anajota!