En la calle del alfajor número 14 de la localidad de Estepa (Sevilla), se encuentra uno de los obradores con más tradición de España, en el que se elaboran prácticamente sin parar desde mediados del siglo XVIII, y con las técnicas de entonces, los mejores turrones y mazapanes que he probado nunca.
En un mundo como el que hemos creado, en el que los sabores parecen haber emigrado a planetas lejanos cansados de nuestra forma de entender la producción de alimentos -cada vez más tecnificada e industrializada-, llevarse a la boca un mantecado, un turrón o un mazapán elaborado con las técnicas de antes y con ingredientes seleccionados como los de La Despensa de Palacio, es como retroceder al pasado, a los años en los que las cosas sabían simplemente a lo que eran.
Mi relación con los dulces de esta casa ha sido, hasta el momento, corta pero muy intensa. Pude probarlos hace pocos días en Sevilla, en casa de unos amigos. La caja de metal ilustrada, al estilo de las antiguas, ya me llamó la atención nada más verla, pero no fue nada comparado con el asalto a mano armada que tuvo lugar en mi tarrito de los recuerdos cuando le pegué el primer mordisco a uno de los mantecados. Luego vinieron más, y al deleite le siguieron las preguntas, las explicaciones y la indagación acerca del origen de esta factoría del buen hacer.
Si entráis en la la web de La Despensa de Palacio y leéis algo de la historia del obrador y del sistema actual de elaboración de los dulces, entenderéis en qué reside el valor de lo auténtico. Yo sólo me voy a ceñir a un detalle: cada año, la producción de esta casa, que es limitada por basarse en técnicas tradicionales, se agota antes de llegar a cubrir las peticiones de -me imagino- una mínima parte de los interesados. Por eso, su única publicidad es el producto mismo. Sobra decir que si decidieran ampliar la producción, sería a costa de menguar la calidad final de cada dulce. Y en eso reside, en mi opinión, el mérito de esta empresa familiar: en haber sido fieles a su forma de hacer las cosas.
Por supuesto, aparte de turrones, mazapanes y mantecados para la Navidad, en La Despensa de Palacio se elaboran otros dulces apetecibles en cualquier época del año, como las milhojas de naranja, los roscos de vino, las tabletas de chocolate, los bombones, los garrojos (o barquillos), las yemas, las castañas escarchadas, etc. Este año me he quedado sin caja. Tendré que esperar al año que viene, pero si finalmente la consigo, la espera habrá merecido la pena.
Buff!! Acabo de ver este post y el del espumoso de limón. Pensaba cenar fruta y yogur, pero voy ahora mismo a rebuscar en el armario a ver si encuentro algo saturado de azúcar que me calme estos nervios 🙂
Je, je, je… ¿Lo encontraste, Esteban? ¿Te animas a pedir una caja para el año que viene? Un abrazo.
Yo todavía no los he probado, no los conocía hasta que me habló de ellos Ricardo y este fin de semana los he buscado… al final no compré la caja porque costaba 60€ pero me he quedado con las ganas 🙂
No conocía los dulces de la despensa de palacio hasta este año que nos han regalado una caja, creo que de dos kilos y debo decir que está todo buenísimo, no podría decir que hay algo que no me gusta porque todo tiene un sabor auténtico, me recuerda a los auténticos dulces de antaño. Si puedo, cada año compraré una caja, vale la pena.
Lo has definido perfectamente, Virginia. Es el sabor de los «auténticos dulces de antaño», y es así porque emplean técnicas de antaño e ingredientes de calidad: más caro, menos rentable, pero infinitamente más reconfortante para el que lo hace, y para el que lo come. Por eso defiendo este tipo de productos. Gracias por pasar por Blogcocina 🙂
Llevo dos Navidades disfrutando de estas cajas…. Simplemente increíbles.
Puedes considerarte un privilegiado. Yo espero no quedarme sin una esta vez… Un saludo.
Buenas tardes.
Tengo entendido que La Despensa de Palacio es una empresa con unas calidades y presentación de lo mejor, pero creo que no tiene raices en Estepa, es de una familia catalana que trasladó sus ricas recetas a esta zona.
Me gustaría conocer a titulo de curiosidad cual es la historia de esta empresa.
Gracias
Te contesto. La Despensa de Palacio es oriunda de Estepa, es una empresa que lleva pocos años en el mercado del mantecado.
Su dueño Antonio Rivero hasta hace muy poco era el químico de La Estepeña, encargado del control de calidad.
En el tema de la calidad hay que reconocer que son exquisitos, pero con un precio demasiado elevado.
La elaboración propia no lo tengo muy seguro que sea así ya que creo que no disponen de fabrica para ello, puedes comprobarlo si alguna vez la visitas, pidiendo que te enseñen la fabrica ( no se donde esta el chocolate ni mazapanes etc.)
Eso si el marqueting es impresionante.
Esta empresa lleva relativamente poco tiempo en el mercado. Como bien dicen, el dueño trabajaba en el dpto de calidad de La Estepeña.
En sus inicios, no tenía fabricación propia y se limitaba a comprar productos de otras fábricas y envasarlos con su marca con atractivas presentaciones.
A día de hoy no sé realmente si fabrica algo, creo que sí, pero no todos los productos que comercializa. Me han llegado rumores (no lo sé de primera mano) que incluso vende productos no fabricados en Estepa, sino en Herrera (Sevilla).
Soy de Estepa y, en mi humilde opinion, dista de ser la marca que ofrece el mejor producto, estando en mi ranking personal varias por delante. Eso sí, con presentaciones menos atractivas.
Como bien dicen, el marketing es excelente.
En precio de venta VS calidad, para mí, suspende.
Hola a todos, hace más de 3 años que compro productos de esta casa, y a demás de que son una maravilla, he tenido la fortuna de ver como se hacen en la fábrica, cosa que desde la tienda se puede ver, ya que allí tienen tres puertas desde las que se ve la fábrica y se ve como se fabrican los productos, así que os invito a lo veais vosotros mismos, merece la pena y los productos, además de tener un presentación son una delcia!!!
Hace más de 5 años que vamos a Estepa a comprarlos, y es verdad, desde la tienda se ve como se fabrican los productos y las mujeres envolviendo manualmente los mantecados, además el olor es indescriptible. Con respecto al chocolate, este año tuve la suerte de ver como se hacía en el museo. Son lo mejor para el paladar!!!
He sido calienta de ustedes hasta que dejaron de hacer la caja de 500g
Me gustaría que se recuperará dicha caja.
Un saludo
Dolores Cárcel desde Valencia.
No hay formadepoderse enterar de los precios ni tener un catalogo