Hay quienes afirman que el único fruto del amor es la banana, pero son más los que otorgan a numerosos alimentos como el chocolate, las ostras, los pistachos, las nueces, las pipas de calabaza, la canela, el apio o los espárragos; entre otros muchos, la condición de alimentos afrodisíacos.
Por eso, y porque la ocasión lo merece, los restaurantes de medio mundo se las ingenian durante estos días, aprovechando la celebración de la fiesta de San Valentín, para componer menús del amor con los que atraer a la clientela; o lo que es lo mismo, combinaciones de platos, postres y bebidas etiquetados como afrodisíacos.
Según dicen los sexólogos, para despertar el deseo sexual en las personas, tan importante como lo que se come, es lo que se escucha o lo que se ve; por eso, además de la comida en sí, en todo menú del amor que se precie, en San Valentín y en cualquier época del año, es recomendable saber vestir la mesa, decorar el entorno, y regar el ambiente con una música acorde, además de engalanarse con las mejores intenciones y palabras que uno conozca, con el fin de echar cuanta mas leña al fuego, mejor.
Por supuesto, el atrezzo y el diseño del guión tienen que correr de parte de los actores protagonistas, los enamorados, pero para el diseño del menú, en Cocina.es nos hemos permitido echarte una mano proponiéndote una serie de posibles entrantes, primeros platos, segundos, postres y bebidas para San Valentín, compuestos a partir de ingredientes afrodisíacos con pedigree, según la sabiduría popular.
ENTRANTES PARA SAN VALENTÍN
PRIMEROS PLATOS PARA SAN VALENTÍN
SEGUNDOS PLATOS PARA SAN VALENTÍN
POSTRES PARA SAN VALENTÍN
BEBIDAS PARA SAN VALENTÍN
Estos son algunos de los platos que os sugerimos para San Valentín, pero recordad que en un verdadero menú para enamorados, el único ingrediente imprescindible es el amor, y conviene servirlo en caliente, y en generosas cantidades.
Me pido la caldereta de langosta, el volcán de chocolate y el Martini semiseco. Y eso que no soy de San Valentín!. Feliz día
Yo tampoco soy fan empedernido de San Valentín, soy más de San Sebastián y de Santander; pero tampoco me opongo. No sólo de «sanvalentines» vive un amor, pero también vive de sanvalentines. Al fin y al cabo, es un día más del año, y el amor hay que trabajarlo a diario.