Hasta ahora muchas veces os hemos hablado de lo importante que es entrenar y hacer ejercicio diariamente para poder tener resultados deportivos óptimos. Evidentemente, el llevar una dieta adecuada, con un consumo calórico suficiente (sin grandes abusos, eso sí), aumenta nuestro rendimiento y nos permite llegar más lejos, consiguiendo que superemos unas limitaciones que a priori parecían imbatibles. Pero también hay algo que no debemos dejar a un lado, y que nos vale tanto en nuestra vida cotidiana, como cuando realizamos cualquier tipo de práctica deportiva: una mente sana.
¿A qué nos referimos con una mente sana? Básicamente a un estado de ánimo que no esté envuelto por la ansiedad, los nervios o un espíritu competitivo que ahogue nuestras posibilidades en un mar de frustración. Llegar a un estado de calma (o paz interior, sin nos ponemos un poco más cursis), no es algo sencillo ni al alcance de todos (menos aún si no nos entrenamos en este aspecto). En momentos de máximo esfuerzo, necesitamos tener una gran dureza mental para poder resistir un poco más y sacar todo lo que tenemos dentro. También para los casos en los que necesitamos estar concentrados y liberarnos de presiones y miedos: tiros libres en baloncesto, un penalti en fútbol, el golpe definitivo en un partido de tenis…
Para ello, el descanso juego un aspecto muy importante. Si la noche antes a cualquier tipo de esfuerzo hemos descansado correctamente, estaremos mucho más frescos y en mejores condiciones que si hemos dormido poco porque nuestros problemas no nos dejaban dormir. Esto, evidentemente, no es algo que nos suceda únicamente cuando realizamos un práctica deportiva; sino en momentos de estudio o cuando nuestros trabajos nos exigen estar al máximo de nuestra concentración. Todos hemos pasado por semanas en las que descansábamos poco por ciertas preocupaciones, y esevidente que nuestro rendimiento laboral se veía afectado. Esto es algo claramente extendible al deporte.
Y para esto no tenemos una receta mágica, un alimento que antes de comenzar una actividad nos permita relajarnos y dejar todo a un lado. Un buen deportista debe dejar todas sus preocupaciones a un lado cuando salta a la cancha, y centrarse únicamente en lo que está viviendo en ese momento. No tiene nada que ver el rendimiento que tenemos cuando estamos en paz con nosotros mismos que cuando nuestros problemas e inseguridades nos atacan. Y no solo nuestros resultados individuales se verán afectados, sino que si formamos parte de un equipo, el potencial de éste se resentirá gravemente, pudiendo generar además otras situaciones que comprometan la competitividad del mismo.
Por eso, debemos entender el deporte no solo como una actividad en la que queramos ser los mejores, sino como una actividad que nos permite alejarnos de los problemas del mundo, y sacar lo mejor de nosotros mismos en otras áreas. Como dicen los grandes deportistas: «lo que pasa en la pista, queda en la pista». En el fondo se trata de solo de pasarlo bien. Y si luchamos por ser felices y comprensivos en todos los aspectos externos al deporte, éste se verá claramente beneficiado; ya que fomentaremos una mayor seguridad en nosotros mismos, y nos irá mucho mejor.
Recordad: además de una buena dieta y practicar mucho, el mejor alimento para acabar de sacar lo mejor de nosotros mismos en el deporte, es una mente sana: concentración, relajación y seguridad en nosotros mismos. Los resultados hablarán por sí solos.
Imagen: Dropshot
A ver si alguno se lo aplica, que el interné, los videojuegos,la NBA y el porno (sobre todo) están acabando con una gran generación de pseudodeportistas.
Firmado, el borracho que no sabe cuál es la puerta de su casa.