Ya acaricié el tema de los insultos con comida en un post titulado «fraseología gastroanatómica popular», dedicado a las asociaciones que tienen lugar en el español entre muchas expresiones gastronómicas, o simplemente, nombres de alimentos, y cada parte del cuerpo humano; pero ha llegado la hora de tratar el tema de lleno, al ser el insulto un recurso lingüístico con una evidente relación con la comida.
Tal vez por el hecho de tratarse de los alimentos más comunes, las frutas y las verduras se llevan la palma en su derivación como insultos. No obstante, como vais a ver a continuación, existen insultos con comida relacionados todo tipo de productos y técnicas gastronómicas. Empecemos insultando, a ver cómo acabamos:
· En lo que a las frutas se refiere, la lista de insultos es rica y variada:
1. Un «niño pera» es un niño insoportable.
2. Alguien está «aplatanado» cuando está atontado, desorientado, poco enérgico, despistado, etc.
3. Se les llama «zanahorios» de forma despectiva a los pelirrojos.
4. Un «limón» es un tipo agrio, sin sustancia, antipático, cerrado, con mal carácter, etc.
5. Se dice que es un «melón» a aquél que se muestra obstinado, a personas poco cultivadas de razonamientos simples, a los brutos.
6. Decimos «que viene el coco» cuando se presiente la llegada de alguien malo, o desagradable, o cuanto se pretende infundir temor a los niños.
7. Una «castaña de tío» es un pesado, una persona de conversación cansina, repetitiva e insustancial.
8. Tiene «cabeza de membrillo» el torpe, el que incurre varias veces en el mismo error.
· A las frutas les siguen los pescados en la construcción del insulto:
9. Un «pescadito» es alguien blando, débil, vulnerable. Una presa fácil ya sea por flojera física o por falta de carácter.
10. Se les llama «pulpos» a los «sobones» de discoteca, a los empalagosos, a los de tacto ligero y atrevido.
11. Decimos que es un «merluzo» al manazas, al zoquete, al inculto, al que siendo poco hábil, también es atrevido, etc.
12. Un «gamba» es un mequetrefe, un graciosillo de poca monta, un ganso sin oficio ni beneficio.
13. Cuando alguien mete la pata, solemos decir: «te has colao, bacalao».
14. «Calamar» se emplea tanto como insulto simpático, como de mote cariñoso en tono coloquial, de «colegueo».
· También son abundantes los insultos con verduras:
15. Se llama «algarrobos» a los melones y merluzos del ámbito rural.
16. Un «lechuguino» es una persona poco meritoria, sobre todo desde un punto de vista intelectual.
17. En un sentido similar se utiliza el insulto «cebollino».
18. Si te dicen «patata», te están llamando inútil, persona de escaso valor, poco hábil, sin gracia, etc.
19. Se usa el insulto «espárrago» para referirse a los de poca chicha, a los delgados y espigados, a los flacos.
20. Un «berzas» es una persona embrutecida con carné, un animal, un algarrobo militante en la merlucería con algo de cebollino.
21. Usamos la palabra «verdulero» para referirnos a los que hablan a voces y con escaso decoro.
· Pero aquí no acaban los insultos con comida, en una especie de cajón desastre nos cabrían «lindezas» de uso común como éstas:
22. Alguien que es «de mantequilla», es alguien muy flojito, con poco arrojo, un cobarde, un flojito, etc.
23. Un «fideo» es un espárrago venido a menos.
24. Llamar «perejil» a alguien es reducirlo al nivel de lo que no vale nada, de lo insustancial.
25. Un «papafrita» es una especie de niño pera con entrenamiento, un calamar graduado con buena nota en la ciencia de la idiotez.
26. En Argentina, se les llama «ñoquis» a los vagos que se las ingenian para no hacer nada y tener cada día su plato de pasta sobre la mesa.
26. Mandamos a «freír espárragos» al que no aguantamos más a nuestro lado.
27. Se dice que está «empanado» o «tiene una empanada encima», el que está abobado, falto de reflejos, aplatanado.
28. Está «sopa» el que está adormilado, el que no muestra interés en algo, el que vive sin vivir en él.
29. Es un «agrio» y «amargado» el antipático, el de carácter cerrado, el de sonrisa difícil, el malintencionado, el malpensado, etc.
30. Tienen fama de «desaliñadas» las personas sin excesiva conversación, los tímidos, los mal vestidos, los patatas aplatanados, etc.
Existen muchos más insultos con comida de los que he recopilado en este artículo, por supuesto. Sólo ateniéndonos a las acepciones regionales y locales del español, por no hablar de las jergas de barrio, podríamos hacer entre todos una enciclopedia del insulto nutritivo, sabroso, con chicha, con alimento. Deseando estoy que me lancéis vuestros insultos. Eso sí, a ser posible, sin acritud.
El yogurín, te ha faltado el yogurín, jejejeje.
¡Y muchos más, Sofía! Al terminar estos artículos, siempre me vienen a la mente muchos más ejemplos. En ehtremeñu, por ejemplo, se emplea «calabazo» para referirse a las personas «ignorantih» 🙂
Que gracioso
Me gustó tu post 😉
Añado ; percebe, melón
😀 Muchas gracias!
Pero que mierdas de insultos estos son mejores
Gordo polenta
Cementerio de ñoquis
Pacman de flanes
Del significado de Calamar apenas decís nada. Me he quedado con la curiosidad
Hola, Marino. En España, sobre todo en el sur, llamarle «calamar» a alguien no es un insulto, aunque sí podríamos decir que tiene algo de menosprecio en tono amable y cariñoso. «Calamar» se le dice, por ejemplo, a alguien desdichado, o a alguien que es muy poquita cosa, a un niño pequeño, etc. «¿Qué pasa, calamar?».
¿No lo habías oído?