Vender como «virgen extra» un aceite que en realidad sólo puede ser considerado como «virgen», es un fraude para el consumidor similar a lo de etiquetar como liebre y vender gato. Pero en la actualidad, según un informe de la OCU, son muchas las marcas que están incurriendo en esta falta.
Personalmente, perdiendo aceite estoy desde que me he dado cuenta de que una de las botellas de oro líquido que guardo en mi alacena a la que tenía por «virgen extra», en realidad me ha salido golfa. Y es que según diferentes análisis físico químicos y un panel de cata llevado a cabo por profesionales en el seno de la OCU ateniéndose a las exigencias de la Unión Europea, hoy me entero de que mi botella, mi ojito derecho, de «virgen extra» no tiene nada; «virgen» a secas y por los pelos, ya que para mayor disgusto, mi aceite se encuentra en la lista de los «no recomendados».
Pero no me miréis raro por la mancha de mi pantalón, ya que las pérdidas de aceite son, de por sí, bastante frecuentes entre los consumidores a la hora de comparar marcas. Que el más barato vendido como «virgen extra» cueste 2,66 €, y el más caro salga a 4,94 € el litro, ya es desconcertante, y le obliga a uno a pasar largos ratos de un lado a otro de las estanterías del «súper», tratando de entender en vano el truco para llevarse una botella de aceite sin acabar con cara de pardillo.
Pero ateniéndonos al citado informe, que algunos de los aceites más baratos estén considerados entre los mejores y sean incluso recomendados para una «compra maestra» en base a su relación calidad/precio, resulta bastante chocante, sobre todo cuando el más caro se encuentra sólo en mitad de la tabla, entre los aceites de calidad media, y otros de precio moderado o incluso alto, no llegan ni si quiera a pasar el corte de la cata, siendo considerados en este aspecto como «malos», o «muy malos».
Todo esto es extraño, como lo fue el controvertido análisis de la mala leche en España, también de la OCU; pero en este caso, voy a evitar citar marcas con el fin de que, informe en mano, cada uno saque limpiamente y sin coacción sus propias conclusiones. Sólo diré, al tratarse de un dato objetivo, que el mejor aceite calidad/precio del ránking es, para mi sorpresa, el de la marca Hacendado, con una valoración de «buena calidad» y un precio de 2,76 €/litro. Y no me quedaría tranquilo si no hiciera mención a la oveja negra del informe, el aceite Maeva, considerado como «aceite lampante»; un tipo de aceite de calidad tan baja, que ni si quiera se considera «apto para el consumo» a pesar de ser vendido como «virgen extra».
En realidad, la escasa coherencia en el ámbito de los precios y los etiquetados de estas marcas de aceites de oliva, a las que se presupone una calidad mínima, es aplicable también a otros productos. Pero en esta ocasión, al tocarle a los aceites, a muchos se nos ha desmoronado el castillo de arena al verse cuestionada la santa virginidad de algunos, un hecho que, dando por bueno el análisis de la OCU, requeriría la intervención de las autoridades de consumo, empezando por los propios consumidores que, dobles sentidos aparte, no estén por la labor de ir manchando de aceite -como un servidor- los pasillos de su supermercado habitual.
Alguien debería poner orden en todo esto! Hace poco leí algo sobre los «aditivos» y el aceite de oliva.. pero hay ojitos que no fallan nunca! 🙂
Hay mucha mafia en ese mundillo.Hay que mirar bien la etiqueta antes de comprar para que no nos en gato por liebre y si tenéis oportunidad…comprad aceite directamente en las almazaras,veréis que en realidad el buen aceite de oliva virgen extra que encontrareis allí no tiene ni punto de comparación con los del supermercado.
Mis abuelos tenían su propio aceite y mi madre siempre ha dicho que como aquel, ninguno. Yo le decía que era una exagerada, pero cada vez estoy más convencida de la razón que tenía. Ella dice que HOY hay demasiada tontería con este tema. Que antes se llevaba la aceituna a la almazara y te daban aceite para todo el año y no había tantas «clases» como ahora. Antes se usaba el virgen extra de verdad para todo, para freír, para ensaladas, para desayunar, para conservar la matanza..etc. Aún recuerdo el olor de la habitación donde lo guardaban…
¿Para qué se legisla TANTO? ¿No sería mejor aplicar a rajatabla lo YA legislado? (Vale para todos los aspectos?
Napoleón dijo: «… La ley debe ser clara, precisa y uniforme. Interpretarla es corromperla…»
El comentario anterior podría aplicarse a la ESTAFA descubierto por la OCU en relación con el aceite. No sólo deben ser severamente sancionadas por la adminstración, sino que los consumidores debemos tomar buena nota y NO comprar NUNCA mas sus productos.
Han hecho un daño enorme a el aceite español. Nos han estafado, burlándose de nuestra buena fe. Humillando a sus competidores, cobrando precios superiores por calidades IMFAMES. No tienen perdón.
Es una pena, no sabemos ya ni que es bueno ni que es malo, si nos parasemos a pensar como hacen las cosas no comeriamos de nada!
Es imprescindible conocer para poder valorar, y la verdad es que todos hemos descuidado un poco el conocimiento para ‘fiarnos’ de la publicidad, publicidad que todos sabemos que cada vez es menos veraz y más rentable. En el caso del aceite de oliva virgen extra, como en todo, hay un mundo por descubrir, modos de obtención distintos, regiones distintas o variedades de olivar distintas producen aceites distintos entre sí, y con muchos matices diferentes. En nuestro afán de simplificar, nos hemos quedado en virgen, virgen extra y oliva, y además con el agravante de que el más conocido y consumido, el ‘aceite de oliva’ ni siquiera es lo que todos entenderíamos por el resultado de exprimir una aceituna. En fin..
Os recomiendo esta web, olivardeplata.com, donde se aprende un montón sobre aceite de forma clara y amena. Un saludo.
Gracias, Diego. Por el comentario, y por compartir el portal. Un saludo.
Hay un parámetro de calidad claro para saber la calidad del aceite de oliva, la acidez, el problema es que las grandes empresas de aceite van buscando la trampa, y solo intentan confundir al consumidor con los famosos aceites 0,4º y 1º que, nada más lejos de la realidad venían a confundir los parámetros de acidez (un virgen extra no puede tener más de 0,8º) con lo que en realidad decían, la cantidad de aceite de oliva virgen que llevaba la mezcla (tan solo entre un 5% y un 12% de aceite de oliva puro). Si queréis os dejo un enlace de una entrada que hice en mi blog hace un tiempo, explicando un poco más desarrollado y mejor lo que era la acidez del aceite.
http://blog.oleove.com/2012/02/acidez-y-calidad-del-aceite-de-oliva-i.html
Un saludo!
Muy interesante la explicación. Muchas gracias por compartir tus conocimientos, Oleove.
De nada Ricardo. En realidad no es tan complicado, lo que ocurre es que nadie de los grandes, de los que ganan dinero en cantidad con el aceite de oliva, quiere explicarlo. Aceite de oliva virgen es aquel que se obtiene directamente de la aceituna, en la almazara, hay tres clases:
Aceite de oliva VIRGEN EXTRA-El mejor, de mayor calidad y mejores características tanto para la cocina como para la salud
Aceite de oliva VIRGEN- El segundo, se diferencia del anterior por ligeros defectos de sabor, o bien por mayores parámetros fisico-químicos (acidez, peróxidos, ceras)
Aceite de oliva LAMPANTE- El de peor calidad, se lleva a refinería para refinarlo (no es más fino, como creen algunos, sino que ha pasado por refinería)
Donde está el aceite de oliva que todos conocemos? Pues si os fijáis en la etiqueta de un ‘aceite de oliva’ debe poner que es una mezcla de aceites de oliva vírgenes y aceites refinados. Para que lo entendamos todos, el aceite virgen lampante, una vez pasado por refinería para quitarle los defectos (y de paso todas las virtudes también), se mezcla con un aceite de oliva virgen (ni siquiera extra) y ya tenemos aceite de oliva, 80 o 90% lampante refinado, 20 o 10% virgen, 10 para el suave, 20 para el intenso.