A mí me gusta hacer mis cremas caseras y una de mis preferidas es la crema de calabaza, de la que siempre hago de más para congelarla y tener para más días. Y es que, a nivel «gastrodoméstico», pocas cosas me producen más placer que planificar mis comidas de la semana sabiendo que tengo cremas, caldos, salsas, legumbres, y otros platos caseros congelados en la recámara.
En realidad, mi receta de la crema de calabaza es una mezcla de verduras vegetariana (ovolactovegetariana) en la que tienen cabida zanahorias, puerros, patatas, calabacines, y por su puesto, calabaza; y que se presta a posibles variaciones a gusto del consumidor. Es tan fácil hacer cremas de verduras de este tipo, y conservan sus propiedades de forma tan óptima al ser congeladas, que os lo vais a pensar más de una vez antes de comprarlas precocinadas.
Yo siempre digo que, dado que no tenemos más remedio que triturar los ingredientes de la crema, no es conveniente cocer las verduras más de lo necesario, con el fin de respetar el producto y conservar el máximo de propiedades nutricionales. Para eso, es importante, que sigáis algunos consejos:
Crema de calabaza
Una deliciosa crema para los meses de otoño e invierno, cuando el cuerpo nos pide comida sana, rica y calentita.
Ingredientes:
- 300 gr. de calabaza
- 250 gr. de calabacín
- 200 gr. de puerros
- 200 gr. de patatas
- 100 gr. de zanahorias
- 200 ml. de leche evaporada
- 100 ml. de aceite de oliva virgen extra
- Agua
- Pimienta
- Sal
Elaboración:
- Para obtener muchas raciones de puré o crema de calabaza, tenemos que usar una olla grande (si queréis más cantidad, podéis aumentar los ingredientes indicados de forma proporcional), en la que echaremos todas las verduras peladas, lavadas y cortadas en trozos del tamaño de una nuez.
- Las patatas, las cascaremos, para que el almidón nos ayude a darle densidad a la crema. A los puerros, por su parte, les cortaremos ambos extremos y nos aseguraremos de limpiarlos bien por dentro.
- Una vez tengamos todos los ingredientes en el fondo de la olla, añadiremos agua justo hasta cubrir. No más. Tened en cuenta que la propia verdura liberará una gran cantidad de agua.
- Calcularemos aproximadamente el número de raciones de crema de calabaza que obtendremos (para las cantidades indicadas, serían unas 6) y añadiremos tantos pellizcos de sal como platos de crema nos vayan a salir.
- Cocer las verduras a fuego lento durante 15 minutos.
- Introducir la batidora directamente en la olla, y triturar toda la verdura.
- Si queréis refinarla, podéis pasar la crema de calabaza por un chino o por un colador para eliminar los posibles restos de fibras del puerro, aunque yo personalmente prefiero dejarlo todo, siempre y cuando esté perfectamente triturado.
- En caliente, pero fuera de fuego, añadiremos leche evaporada (si no tenéis, podéis añadir leche normal o nata líquida; la ventaja de la leche evaporada es que aporta la consistencia de la nata, con la misma cantidad de grasa de la leche).
- Echaremos también el aceite y unos toques de pimienta negra molida, antes de volver a triturar, probar y rectificar de sal, si fuera necesario.
Preparación: 10 minutos
Cocinado 15 minutos
Raciones: 6
Veredicto:
Como pasa con todas las cremas, podréis añadir más o menos leche en función del grado de densidad que queráis tenga la crema.
¿Por qué añadimos la leche y el aceite al final?
La pregunta yo siempre me la he hecho al revés: ¿por qué añadirlos al principio, teniendo en cuenta que durante el cocinado, tanto el aceite como la leche van a sufrir un proceso de degradación innecesario? Dado que nuestro fin es aportar sabor y propiedades, y regular la densidad de la crema de calabaza, lo más inteligente es añadir estos dos ingredientes fuera de fuego e integrarlos en la crema batiendo y removiendo.
¿Cómo hacer de la crema de calabaza una receta 100% vegana?
Sólo tenéis que sustituir la leche por agua en las cantidades justas para darle a la crema la densidad perfecta, y conseguiréis una receta vegetariana y vegana sin ningún tipo de «peros».
¿Se puede congelar la patata?
Llevo toda mi vida oyendo que la patata no se debe congelar, pero al estar trituradas, las patatas congeladas de la crema de calabaza o de cualquier otra crema, no os va a dar ningún problema más allá de algunas pequeñas trazas texturadas que, en todo caso, siempre se pueden evitar calentando y removiendo correctamente la crema una vez descongelada.