Con estos fríos y estas aguas, aumentan las ganas de hacer postres caseros. Por eso, hoy comparto la receta de las natillas caseras de mi querida madre, que tanto me ayudaron a crecer y a convertirme en la mujer hecha y derecha que soy.
Parece mentira que con ingredientes tan sencillos, se pueda hacer uno de los postres más populares, deseados y demandados en el ámbito doméstico y en los restaurantes de media España.
Además, es tan fácil hacer natillas caseras, que cuando terminéis de leer esta receta, la imprimáis, la compartáis con todos vuestros amigos en Twitter y Facebook, y la guardéis en vuestra lista de favoritos, como soléis hacer, no se os va a pasar por la cabeza volver a comprar natillas «del súper» jamás de los jamases.
Estudiantes, emancipados por sorpresa sin curso de cocina, habitantes de la casa de Gran Hermano, ministros y demás terroristas de los fogones, tomad buena nota, pues vais a ser testigos de la publicación definitiva sobre cómo hacer natillas caseras y no pifiarla en el intento.
¡Palabra de Lou!
Natillas caseras
Las auténticas, las inconfundibles, las deliciosas y nutritivas: ¡natillas de la abuela!
Ingredientes:
- 1,6 l. de leche
- 1 rama de vainilla
- 6 yemas de huevo
- 5 cucharadas rasas de azúcar*
- 4 cucharadas de maicena
- Galletas de desayuno
Elaboración:
- En un cazo, poner la leche a hervir (reservar un chorrito para luego) con la vainilla abierta**.
- Cuando empiece a humear, mantenerlo en un hervor suave durante 10 minutos para que la vainilla infusione en la leche.
- Colar con una gasa y colador y pasar la leche a otro cazo para filtrar impurezas (opcional).
- Batir las yemas junto con el azúcar en un cuenco aparte.
- En un vaso, desleír la maicena con el chorro de leche fría reservado. Añadirlo a las yemas y seguir batiendo.
- Mezclar las yemas con la leche y llevar el cazo al fuego medio, remover y al alcanzar el mismo hervor suave de antes, seguir removiendo hasta que espese. El tiempo aproximado será de unos 4 ó 5 minutos***.
- Para evitar que se forme nata, seguir removiendo fuera de fuego durante unos minutos más, hasta que las natillas templen.
- Repartir las natillas en cuencos o vasos de cristal de yogur reciclados (como hago yo), dejar que se enfríen a temperatura ambiente. Poner las galletas encima, tapar con film, y meterlas en la parte de abajo del frigorífico****.
Tiempo de preparación: 10 minutos
Tiempo de cocción: 20 minutos
Dificultad: la misma que hacer la «o» con un canuto
Veredicto:
Mi compañero de blog y amigo Ricardo (amante a tiempo parcial, cuando se deja) me ha dicho que su madre aprovecha las claras de los huevos para montarlas con un poco de azúcar y hacer unos barquitos que decoran y le dan su puntito de sabor y textura a las natillas caseras.
*Si queréis hacer natillas caseras para diabéticos o natillas light sin azúcar, podéis sustituir las 5 cucharadas de azúcar por 3/4 de cucharadita pequeña de stevia líquida.
**Si queréis evitar que las pintitas de la ramas de vainilla queden flotando en las natillas caseras, podéis echar la rama de vainilla sin abrir, o bien sustituirla por esencia de vainilla. Yo la echo abierta porque así se potencia el sabor a vainilla.
***Hay que tener en cuenta que las natillas espesarán mucho más una vez que se enfríen.
****Las natillas caseras hay que conservarlas siempre en el frigorífico y comerlas siempre frías. Se pueden conservar durante unos 3 ó 4 días.
Ole por esas natillas, y ole por ese reciclado de los vasitos de los yogures para presentarlas… Si es que hay que pensar más en el medio ambiente y menos en gastar pasta en cosas que no se necesitan.
De las próximas, quiero un vasito para probarlas.
Jejeje, es que para las natillas eran perfectos y sabes que el reciclaje me mola mil 🙂
Cuenta con ese vasito, ¡claro que sí! Aunque seguro que es el único que te llevo, porque en cuanto te pongas manos a la obra y hagas esta receta con esos huevos de campo que sé que tienes en tu poder, ¡no volverás a pedirme ni uno! 😉
«Terroristas de los fogones» ja ja jaaaa muy bueno!!
Oye, una pinta buenísima, y parece muy sencillo. Perfectas para el próximo fin de semana 🙂
Es que es cierto, ¡no tienen otro nombre! jejeje
Lo son, sencillas y buenísimas. Yo suelo hacerlas el día antes de comerlas, me gustan más. Si al final te animas, ya me contarás que tal te salieron o si voy a tener que incluirte en esa lista de «terroristas» 😉
Un saludo ¡y gracias por pasar!
Muchas gracias soy un aficionado de la cocina y estas ultimas semanas me he dedicado hacer tortas de diferentes sabores aprovechando que tengo en mi patio banana, auyama ( zapallo) etc y hoy tengo una reunion en casa y estoy haciendo una torta solo con claras, no sabia que hacer con las yemas y gracias a ud. ahora se que hacerun abrazo
¡De nada Juan Carlos! Me alegro que te haya servido de inspiración 🙂
Si necesitas más ideas, aquí te dejo este enlace: https://www.cocina.es/2015/04/20/10-recetas-con-yemas-de-huevo/ en el que encontrarás una genial recopilación de 10 recetas elaboradas con yemas de huevo (entre las que se encuentran estas natillas).
Un saludo ¡y a seguir disfrutando de la cocina!
Hola, Lourdes.
Soy un empollón de cocinero y me encontré por casualidad con tu publicación acerca de qué hacer con las yemas de huevo sobrantes. El fin de semana preparé unas mousses por encargo y como era de esperarse…
Decidí preparar las natillas. Pero cambié la rama de vainilla por una astilla de canela, aunque utilicé una cucharadita de esencia de vainilla blanca al momento de mezclar las yemas con el azúcar y la fécula de maíz.
Te cuento que en Colombia hay una natilla ligeramente diferente, que es consumida ávidamente en época navideña, hacia el final del año. Esta natilla colombiana se prepara muchas veces con una mezcla lista para preparar, pero buscando la receta tradicional encontré que no usa yemas de huevo, sino una cantidad mayor de fécula de maíz para conseguir una consistencia más espesa.
Emplean también panela para endulzar, en lugar de azúcar.
Gracias por tu entrada. Fue de suma utilidad. Espero disfrutar de una magnífica natilla.
¡Hola Camilo!
Se nota que eres un empollón de cocinero ¡y de los buenos! El cambiar la rama de vainilla por una de canela es todo un acierto, pues la canela va genial con este postre. Es más, si tienes canela en polvo y quieres potenciar su sabor, una vez presentadas las natillas en la mesa, las puedes espolvorear con un poquito por encima.
No sabía nada de esas natillas de Colombia que me comentas, pero seguro que también están buenísimas. Hay tantas variedades… No hace mucho, una compañera publicó aquí mismo unas natillas de calabacín que tampoco llevan huevo. Si te animas a probar, ya me contarás.
Un saludo ¡y gracias a ti por tus palabras! 🙂