La de chocos con almejas con salsa marinera es una de esas recetas del género «menos es más» de las que me confieso fan número uno. Menos esfuerzo, menos dificultad, menos tiempo, menos ingredientes. Más sabrosa, más nutritiva, más al gusto de todos.
Es uno de esos platazos aptos para un principiante manazas, una deliciosa comida de «toma pan y moja» para quedar como un señor cuando hay invitados, o para salvar los muebles como comida de diario cuando la imaginación no da para mucho, el tiempo es oro y las ganas de hacer algo rico acucian de lo lindo.
Sí, soy consciente de que con esta nueva receta y con la última que publiqué, el bacalao al horno con langostinos, sumado a la trayectoria de recetas de pescado con las que os he agasajado en los últimos meses, he dado buena muestra de mi pasión por Neptuno. Lo asumo. Sólo quiero que conste que no soy del Atleti.
Como verás, partiendo de la base de la receta de las almejas a la marinera, más clásica que una Vespa con rueda de repuesto, vamos a hacer un guiso ligero con chocos, que perfectamente podríamos sustituir por calamares, por sepia, o incluso, en su versión más económica, por tiras de pota.
El tipo de almeja lo dejo en el aire, ya que dependerá de las fechas y de lo que te encuentres en tu pescadería. Es muy aconsejable que sean almejas frescas de calidad, pero para resultados menos exigentes pueden valerte unas almejas ultracongeladas.
Chocos con almejas a la marinera
Un bocado con sabor marino concentrado escandalosamente bueno y descaradamente sencillo.
Ingredientes para 2 personas:
- 400 gr. de almejas
- 500 gr. de chocos
- 1/4 de cebolla
- 75 ml. de vino blanco
- 100 ml. de caldo de pescado
- 1/2 cucharada de harina
- 1 cucharada de perejil fresco picado
- Aceite de oliva virgen extra
- Sal fina
Elaboración:
- Asegúrate de lavar bien las almejas y de tenerlas al menos una hora en agua con sal.
- Pica la cebolla bien fina y ponla en una cazuela con un chorro generoso de aceite de oliva virgen extra caliente. Sofríe a fuego medio sin dejar de remover durante 8 minutos.
- Añade los chocos y rehoga durante un par de minutos.
- Riega con el vino blanco y sube el fuego durante un minuto.
- Tamiza la harina y remueve mientras aplastas los posibles grumos con una cuchara de palo.
- Añade el caldo de pescado, rectifica de sal y vuelve a moderar la intensidad de calor.
- Tapa y deja cocer durante 15 minutos con un «chup chup» al ralentí.
- Abre ligeramente y trabaja la salsa hasta que tenga el espesor deseado. Si es necesario, añade un poco más de caldo de pescado.
- Sube de nuevo el fuego hasta la mitad. Echa las almejas, tapa y espera hasta que estén todas abiertas.
- Añade el perejil picadito, y remueve todo durante un minuto más para que las almejas se impregen bien de salsa y perejil.
- Sirve bien caliente.
Pon un platito en la mesa para echar las conchas de las almejas a medida que se vayan comiendo.
Tiempo de preparación: 10 minutos
Tiempo de cocción: 25 minutos
Veredicto:
Si quieres darle un poco de alegría extra a estos chocos con almejas, no le añadas nunca tomate a la salsa marinera como he visto en algunas recetas, ya que enmascararás el sabor marino de las almejas, de la salsa de pescado y el toque delicado y sutil del perejil fresco. En todo caso, yo optaría por añadir a la salsa una guindilla a la mitad al final de paso 6.
A diferencia de los medallones de merluza a la marinera, que se presta a reposar plácidamente en su salsa durante una noche para tomarse de jugos y aromas, los chocos con almejas (más por las almejas que por los chocos) merecen ser comidos inmediatamente después de ser cocinados. ¡Ah!, y que no te falte un buen pan para dar caza a todo rastro que quede en tu plato de la sabrosa salsa marinera.
Me salvas la vida con tus recetas de pescado! Ricas, fáciles, rapidas, sanas! y muchas se pueden dejar hechas para toda la semana. Justo lo que yo necesito. Gracias!!!!!!!
¡Venga ya! Pero si a tu lado uno es un simple aprendiz de ayudante de pinche… Gracias de todas formas, Almudena. Un beso.
¿qué significa «chup chup al ralentí?
Quiere decir sin prisa pero sin pausa, a fuego lento, con respeto al producto para que sabores, texturas y propiedades no acaben echándose a perder… Un saludo 😉