Todo el mundo sabe cómo hacer sangría casera, pero preparar una sangría deliciosa requiere afinar en los ingredientes y en los detalles que voy a explicar.
Vino, gaseosa o soda de naranja, fruta de temporada, azúcar y hielo, son en toda sangría ingredientes imprescindibles, pero quedarse en eso no sería ni mucho menos preciso. Si no entramos en matices y dejamos bien clara la proporción de ingredientes, no podremos estar seguros de lograr una sangría española digna y realmente deliciosa.
Qué es la sangría
Después de años y años de merendolas campestres y piscineras catando ejemplares de sangría casera de todos los tipos y colores, y después de ver tantas variedades de sangría preparada en las estanterías de los supermercados, a cual más azucarada, lo primero que uno se pregunta cuando la edad del «me bebo hasta el agua de los jarrones» deja paso a la edad de cierto refinamiento en el beber, es cómo preparar sangría española auténtica, sin menospreciar la receta cuales guiris practicando el noble arte del botellón en pleno turisteo veraniego por la piel de toro.
Para mí, hay un aspecto clave: la sangría de vino debe llevar fruta irremediablemente si se quiere llamar sangría. Y no vale cualquier fruta, ni en cualquier estado. Si no lleva fruta, más que sangría, lo puedes llamar vino con casera, o vino con naranja. Con esto, acabamos de barrer de un plumazo todos los tristes ejemplares de sangría preparada.
Me quedo, por tanto, únicamente con los ejemplares de sangría casera que llevan fruta bien escogida; pero eso no es todo. Como el cualquier receta, en este caso, la elección del vino y del resto de ingredientes, es fundamental si queremos darle un punto de calidad a nuestro brebaje. Seguramente, los entendidos del vino considerarían un atentado contra la humanidad usar un vino de cierta altura para hacer sangría, pero entre un vino de altura y un vino de cartón hay un mundo de vinos resultones de entre 2 y 2,50 € la botella, que resultan perfectos para hacer sangría. Hay algunos vinos de Cariñena dulces que van perfectos, pero el abanico es extenso.
Por lo tanto, primera duda despejada: no es sangría todo lo que es llamado sangría, y entre las bien llamadas sangrías, las hay del montón, y las hay excelentes. Para conseguir la excelencia en nuestra sangría, recetas hay muchas, pero lo básico se puede resumir más o menos como sigue.
Sangría: ingredientes
Hacer sangría como mandan los cánones se reduce básicamente a mezclar los ingredientes justos y necesarios, en sus proporciones más o menos exactas, y considerando siempre la calidad de los mismos, aunque sin pasarse.
Cuando un guiri enrojecido piensa en sangría, ingredientes que se le vienen a la cabeza son básicamente dos: el vino y la casera. Pero mezclar vino con casera es lo que se llama tinto de verano. Una sangría no es sangría si no lleva una buena cantidad de fruta que, además de liberar azúcares al brebaje, acaben convirtiéndose en mordiscos de verdadera lujuria.
Es pecado mortal no incluir en un vaso de sangría al menos un par de trozos de fruta impregnada en licor. Éstos son los ingredientes que tengo estudiados para hacer una sangría auténtica y deliciosa:
(Para aproximadamente 1,5 litros de sangría española)
- 75 cl. (1 botella) de vino tinto resultón
- 33 cl. (1 lata) de Fanta de naranja
- 2 cucharadas de azúcar moreno
- 3 melocotones grandes no demasiado maduros
- 2 naranjas
- 1 limón
En total, se debe usar al menos 1/2 kilo de fruta para la cantidad de vino y soda de naranja indicados en los ingredientes de la sangría. El que dice melocotones, dice nectarinas, albaricoques, paraguayos, etc. Cualquier fruta de verano que sea consistente, y no corra peligro de deshacerse en el vino.
Hay quienes le añaden a la sangría algún licor para reforzar el sabor, pero yo prefiero no subir los grados de una bebida pensada para refrescar, por un objetivo que se puede conseguir a base de fruta fresca.
Sangría: receta paso a paso
Un detalle muy importante es que todos los ingredientes de la sangría tienen que estar fríos para evitar tener que añadir hielo. Si no hay más remedio, se añade, pero el hielo es un mal evitable que, de usarse, acaba aguando el conjunto y arruinando los últimos tragos de sangría.
El protocolo para la elaboración de la sangría es éste:
- Mezclar en una jarra fría el vino con la Fanta.
- Añadir el azúcar y remover con una cucharilla larga hasta disolverla por completo.
- Pelar los melocotones, cortar la carne en trozos de amaño mediano, y añadirlos.
- Exprimir una naranja y añadirla.
- Lavar muy bien la naranja y el limón, cortarlos en rodajas, y cada rodaja, a la mitad. Añadirlos.
- Dejar que la fruta y el vino se hagan amigos durante al menos 1 horas en el frigorífico.
Se puede dejar más tiempo, y más rica estará la fruta y la sangría. El único inconveniente es que el gas desaparecerá. Para evitarlo, se puede dejar la Fanta de naranja para añadirla y mezclar en el momento de servir la sangría.
Cómo hacer sangría sin alcohol
Yo creo que uno desea beber sangría desde el primer momento en que ve todos esos trozos de deliciosa fruta flotando en tan atractiva bebida, siendo un niño. No obstante, la fruta puede llegar a contener más alcohol que la propia sangría, así es que conviene calmar los ánimos de los más pequeños dándoles su propia sangría sin alcohol, que se hace igual que la sangría para adultos, pero empleando en la receta mosto tinto, que no es otra cosa que zumo de uva tinta.
Me parese exelente lo voy a hacer me gusts la cocina y conoser mas gracias
Muchas gracias a ti, Daniel. Saludos.