¿Quieres hacer croquetas caseras de pollo, de jamón, de atún o de cualquier otro sabor, fácil, rápido y sin complicaciones, a la primera? ¡Es muy sencillo!
Cuando nos emancipamos, lo primero que echamos de menos son las croquetas caseras de la abuela y de la madre, al mismo tiempo que nos invade la sensación de que hacer croquetas por nuestra cuenta es misión imposible. ¡Nada más lejos!
Si has llegado hasta aquí al preguntarte cómo hacer croquetas de pollo caseras fáciles, doy por sentado que lo que te interesa es conocer el proceso de elaborar croquetas sencillas y ricas, pero sin entrar en complicaciones de la receta que, se da por hecho, entrarían dentro de un segundo artículo de nivel avanzado.
Para hacer croquetas de pollo caseras sencillas, o de cualquier otro ingrediente, sólo tienes que dar cuatro pasos, y te lo voy a explicar tan bien y con tanto detalle, que lo difícil va a ser que acabes haciendo unas croquetas caseras desastrosas.
¡Señoras, señores, niñas, niños…! ¡Tengo el placer de presentaros la infografía infalible que explica definitivamente cómo hacer croquetas caseras fáciles y deliciosas… a la primera!
Croquetas caseras fáciles en 4 pasos
El método para hacer croquetas caseras que te voy a mostrar es válido para croquetas de muchos ingredientes, pero eso no quita que antes de ponerte manos a la obra, tengas claro de qué quieres que sean tus croquetas. En todo caso, si el ingrediente en cuestión ya está cocinado (el pollo del cocido, jamón en tacos, atún en conserva y escurrido, etc.), mejor que mejor.
Observa la infografía, y luego te explico cada paso por separado.
Obviamente, aunque el proceso de hacer croquetas caseras se resume en esos cuatro pasos, hay que tener en cuenta algunos detalles que explico a continuación:
1. Cómo hacer bechamel para croquetas
Si nunca has hecho bechamel, o le dedicas demasiado tiempo y esfuerzo cada vez que la haces, a la hora de hacer croquetas tienes que empezar por tener claro que hacer bechamel es fácil y rápido. En 5 minutos, siguiendo los consejos que doy en este artículo, tienes que tener lista tu bechamel para croquetas:
2. Ingredientes fáciles y ricos para croquetas
Cuando la bechamel esté aún manejable en el cazo, tenemos que añadir los ingredientes que queramos (ya cocinados y desmenuzados), para terminar haciendo croquetas de pollo caseras sencillas, croquetas de cocido (con el propio pollo del cocido; parte del caldo, lo sustituiremos por la misma cantidad de leche a la hora de hacer la bechamel), croquetas de jamón en taquitos, croquetas de atún en conservas bien escurrido, etc.
Una vez lista la masa para croquetas con el ingrediente elegido, hay que echarla en un plato, taparla con papel film, hacer unos pequeños agujeros con un tenedor para que «respire», y meterla en el frigorífico durante una hora, más o menos, antes de ponerse a darle forma a las croquetas. Si tenemos prisa, y siempre que la bechamel esté atemperada, también podemos enfriar la masa para croquetas en el congelador.
Entre el paso 2 y el 3 de mi método para hacer croquetas caseras fáciles, habría que coger porciones de masa con una cuchara, y darle forma de croquetas con las manos. Otra opción para simplificar la tarea de dar forma a las croquetas, es usar este kit para hacer croquetas con mangas y boquilla del ancho típico de croquetas:
3. Cómo empanar croquetas para que queden extra crujientes
Para empanar las croquetas al estilo tradicional, prepara un plato con el pan rallado y otro con huevo batido (la cantidad de huevo y pan, depende de la cantidad de croquetas caseras que quieras hacer).
Luego, pasa cada croqueta por huevo y pan rallado, en este orden.
Pero si quieres hacer croquetas crujientes, o con un empanado más sabroso y original, tengo un par de ideas:
- Haz un doble empanado pasando cada croqueta por pan rallado, huevo y pan rallado.
- Sustituye el pan rallado por kikos molidos, o por cereales molidos tipo Kellogs.
4. Cómo freír croquetas
Teniendo en cuenta que tanto la bechamel como el ingrediente principal de las croquetas están ya cocinados, freír unas croquetas caseras significa dorar el empanado y calentarlas para que llevárselas a la boca sea todo un placer (no dejes que se te enfríen las croquetas).
Para freír croquetas, el aceite tiene que estar bastante caliente. Si las fríes en sartén, prueba siempre a meter la punta de una croqueta en el aceite, y si éste empieza a burbujear, puedes meterlas.
El tiempo dependerá del grosor de las croquetas caseras, pero conviene sacarlas cuando estén bien doraditas, y escurrirlas bien de aceite antes de servirlas.
Pero si lo prefieres, también puedes hacer croquetas al horno. Lo explico en este artículo:
Congelar croquetas: cuándo y cómo
Congelar croquetas caseras es una práctica habitual que nos permite vivir con esa placentera sensación de que, en cualquier momento, tenemos un segundo plato o una cena lista, y deliciosa. Pero, ¿sabes cómo congelar croquetas?
Es muy fácil, sólo tienes que colocarlas en un recipiente apto para congelación una vez empanadas, a ser posible separadas entre sí con tiras de papel vegetal (el del horno), para que no se peguen.
Lo mejor es que las croquetas congeladas se pueden freír directamente, sin esperar a que se descongelen, aunque conviene sacarlas al menos una hora antes.
Si fríes croquetas congeladas, ten en cuenta dos cosas:
- Ten mucho cuidado al echarlas al aceite hirviendo, pues el agua que contienen hará que el aceite salte.
- Fríelas un poco más de la cuenta para asegurarte de que, al morderlas, el corazón de las croquetas no está aún frío.
Si con todos estos consejos no has sido capaz de hacer croquetas de pollo caseras (o de jamón, o de pollo y jamón, o de cualquier otra cosa), te recomiendo encarecidamente que le pidas a tu madre que te dé un curso urgente para hacer croquetas caseras, o en el peor de los casos, que le supliques que te prepare un tupperware de croquetas caseras al mes.
Y si, por el contrario, te ha parecido tan fácil como a mí, y te has venido arriba, no dejes de probar estas croquetas de fideos y queso torta. Se sale del concepto de croquetas fáciles, pero merece la pena probarlas al menos una vez en la vida:
¡Suerte con tus croquetas caseras!