¡Descubre las más interesantes ensaladas con queso feta, junto con excelentes recetas de queso feta al horno! ¡Ah, y aprende también a hacer queso feta frito!
La verdad es que con queso feta, recetas se nos ocurren miles, ya que esta especialidad de la gastronomía griega, también presente en la cocina turca, búlgara y rumana, destaca sobre todo por su versatilidad.
Pero para que te inspires con un poco de todo, hemos querido reunir en este caso recetas con queso feta que toquen todos los palos: ensaladas, pizzas, quiches, y hasta salsas. Por eso, si acabas de descubrirlo y quieres saber cómo comer queso feta, has dado en el clavo.
El queso feta tiene un sabor ácido característico que combina a la perfección con frutas y verduras en ensaladas, pero además, por sus características, se presta a todo tipo de elaboraciones. Si no sabes cómo hacer queso feta, lo mejor es que te inspires en las recetas que hemos seleccionado, pero de forma general, es intersante también que conozcas tanto las propiedades como los usos del queso feta más frecuentes:
- Queso feta en crudo: en dados, sobre ensaladas de verduras, de frutas, etc; untado en pan para elaborar tostas de todo tipo combinadas con dulces y salados; o desmigajado sobre cualquier sopa o crema caliente o fría. De esta forma, el queso feta resulta muy decorativo, además de aportar su punto de sabor.
- Queso feta frito rebozado de pan rallado o cereales molidos (maíz, por ejemplo). Hecho así, se puede añadir también a ensaladas, sopas, cremas, etc.
- Queso feta al horno: en una pizza, en quiches, etc.
- Queso feta en salsa.
Queso Feta: Propiedades
El queso feta se elabora usando leche de oveja o una mezcla de leche de oveja y leche de cabra como materia prima fundamental. Su peculiar textura y sabor le viene conferida por el modo de curación, que se completa íntegramente en salmuera.
Por eso, el queso feta tiene una consistencia similar a la del queso fresco (se puede desmigar fácilmente), con la ventaja de que también se puede untar, freír, asar, etc.
El queso feta tiene un 43% mínimo de materia grasa, muy por debajo de la mayoría de quesos curados y semicurados. No sería justo, por tanto, andar por ahí diciendo que el queso feta engorda más que otros quesos. Comiéndolo con moderación, es una delicia que cualquiera se puede permitir de forma bastante frecuente.
Como todos los quesos, el feta es rico en calcio (493 mg./100 gr.), y también aporta proteínas (14,2 gr./100 gr.) para un total de 264 kcal./100 gr.
4 Deliciosas Ensaladas con Queso Feta
Ensalada de Queso Feta con Arroz
Esta ensalada lleva el sello inconfundible de su creador, el Cocinero Fiel, con una combinación de sabores muy sugerente, dados de queso feta en crudo incluidos. Además, puedes hacerte una idea de su elaboración viendo el vídeo que acompaña a la receta.
Ensalada de Queso Feta con Judías Verdes
En realidad, con la misma base de esta receta puedes usar otro tipo de verduras o legumbres que, combinadas con un buen puñado de queso feta desmigajado, quedarán mucho más sabrosas y serán del gusto hasta de los menos dados a comer verduras.
Tomates rellenos de queso feta
En vez de mezclarlo todo, puedes vaciar ligeramente unos tomates cherry y rellenarlos con queso feta, coronándolos con albahaca o cualquier otro toque verde de sabor. Si te lo curras un poco más, puedes incluso hacer los clásicos tulipanes de tomate y queso.
Ensalada de Queso Feta y Aguacate
El aguacate tiene un sabor bastante discreto, por eso combina a la perfección con quesos frescos. El toque ácido del queso feta, en este caso, junto con las notas dulces y saladas del resto de invitados a la fiesta, hacen de esta receta una exquisitez muy completa y nutritiva.
Otras ideas que se nos ocurren para hacer ensaladas con queso feta, es combinarlo con toques de frutas dulces y ácidas como las fresas, frutos del bosque, etc.
Cómo hacer queso Feta Frito
Rebozando tiras de queso freta en huevo y pan rallado, o en cereales (y si le haces un segundo rebozado, mejor que mejor), y friéndolas en aceite muy caliente durante poco tiempo, conseguirás un excelente entrante o canapé de queso feta crujiente. Pero hay otras formas de hacer queso feta frito:
Buñuelos de Queso Feta con Calabacín
En este caso, la fusión del queso feto con una verdura como el calabacín, se ve reforzada por el punto que le da el rebozado y la propia fritura del buñuelo. Creo que no hace falta decir mucho para intuir lo bueno que está esto.
Queso Feta al Horno
Berenjenas Rellenas de Queso Feta y Anchoas
El queso feta al horno no se funde, como otros quesos, sino que se ablanda por dentro mientras que se mantiene en su sitio (hasta donde puede) en el exterior, llegando incluso a coger color. Por eso, aunque no permite hacer gratinados al uso, es perfecto para recetas como ésta donde, por cierto, la combinación es perfecta.
Quiche de Queso Feta con Espinacas
Otro ejemplo son las quiches de queso feta, que tienen la ventaja de permitir capturar los trozos de queso más o menos enteros en cada bocado, para deleite de quienes las comen. Además, en este caso tiene lugar un maridaje de queso feta y espinacas, uno de los clásicos de este tipo de queso.
Pizza de Queso Feta
Como decíamos antes, no vas a conseguir que se funda como otros tipos de quesos, pero eso no quita que uses queso feta para tus pizzas en combinación con los ingredientes que te apetezcan, y por qué no, en combinación con otros tipos de quesos.
Tan versátil es, que el queso feta también se usa para elaborar salsas. Sin duda, la más conocida es la salsa griega, cuya receta viene a cerrar este festival de las comidas ricas con queso feta:
Salsa de queso feta y yogur (salsa griega)
Esto es lo que nosotros te proponemos, pero como siempre, estaremos encantados de recibir tus sugerencias de recetas con queso feta a través de comentarios en el blog, o en nuestra página de Facebook. ¡Gracias por visitarnos!