Hoy vamos a hablaros de las propiedades de la lechuga verde, ya que son la más comunes en todos los mercados y por ello las más consumidas en sus múltiples variedades.
Es difícil encontrar a alguien que no haya comido en alguna ocasión esta refrescante verdura. Bien sea en ensalada, como acompañamiento de otros platos o como ingrediente principal, la lechuga está presente en el mundo entero gracias a su suave sabor, a su fácil combinación con otros sabores y a su bajo precio.
Y es que la lechuga de hoja verde es una de las verduras que más consumimos, y menos mal, pues la lechuga es una verdura llena de propiedades y beneficios nutricionales.
Propiedades nutricionales de la lechuga
Las hojas de lechuga están compuestas en un 90-95% por agua, pero el 10-5% restante es una bomba nutricional estupenda de propiedades y beneficios, llegándola a considerarse un súper alimento. La parte más verde de cada lechuga, o sea, las hojas más verdes, son las que más vitaminas tienen, por eso es importante retirar sólo las hojas de lechuga exteriores justas.
Las propiedades de la lechuga cruda son tan completas como que es rica en betacarotenos, fibra (pectina), lactucina, vitaminas A, E, C, K, B1, B2, B3 y B9, es rica en calcio, aportando también magnesio, potasio, sodio, azufre, aluminio, cobalto, silicio, selenio, molibdeno, circonio, itrio, estroncio (sólo el tallo). Aporta también una gran cantidad de hierro y antioxidantes, ácidos grasos, aminoácidos y flavonoides que cuidan el corazón, el hígado, protege el estómago de úlceras y nos protege de las enfermedades degenerativas.
Propiedades medicinales de la lechuga
La lechuga no sólo tiene propiedades nutricionales increíbles (como las que acabamos de ver) también tiene unas propiedades medicinales amplísimas y muy interesantes, que se consiguen comiéndolas crudas en forma de ensalada, pero que en algunos casos aumentan bastante si se aplican en forma de catapasmas o se toma una vez hecha con ella una decocción. Estas propiedades medicinales son:
- El jugo de lechuga o zumo de lechuga es uno de los mejores desodorantes naturales que existen. Es perfecto para impedir el olor de axilas y pies, sólo con lavárselos con él.
- En forma de crema se puede utilizar para el cuidado de cutis.
- Es un tratamiento muy efectivo para tratar la conjuntivitis, las legañas, los ojos cansados y enrojecidos. Sólo hay que hervir 25 gr. de lechuga en 250 ml. de agua durante 6 minutos, añadir unas gotitas de aceite de oliva, dejar enfriar y colar para usar el jugo aplicándolo con una gasa.
- En forma de cataplasma que haremos cociendo algunas hojas tiernas durante 15 minutos junto con unas gotas de aceite de oliva, podemos mitigar los dolores de golpes, torceduras, esguinces o contusiones. Con la misma preparación, pero con el caldo que queda de la cocción, es perfecto para reducir el dolor de quemaduras y quemaduras solares.
- Bebiendo 2-3 tazas de infusión de lechuga que haremos con 100 gr. de lechuga en 1 litro de agua, podemos reducir el dolor menstrual.
- Cociendo 150 gr. de hojas frescas de lechuga durante 15 minutos, y añadiendo 1 taza de azúcar al resultado, tendremos un jarabe para la tos increíble.
- Para ataques de asma y espasmos bronquiales, se puede hacer una decocción de hojas de lechuga, aunque lo ideal es hacerla con los tallos que tienen más propiedades.
- Si se come, la lechuga cruda o cocinada, mejora la circulación general, pero sobre todo mejora aquella que afecta a las piernas y los pies. Previene la arteriosclerosis y reduce el colesterol. Por todo ello, al comer lechuga estarás previniendo la formación de coágulos sanguíneos responsables de anginas de pecho e infartos al corazón o cerebrales.
- Para mejorar las digestiones, proteger el estómago de inflamaciones intestinales evitando la barriga hinchada y controlar la flatulencia, nada como tomar un vaso de la cocción a partes iguales de hojas de lechuga y agua.
- Otra propiedad muy interesante de la lechuga, es que se la considera uno de los mejores diuréticos naturales que existe, con lo que es muy recomendable en casos de obesidad, hipertensión, acumulación de líquidos, edemas, dolor de riñón, cálculos renales, cistitis, etc.
- Tomando dos vasos al día de una decocción de hojas de lechuga y agua al 50%, durante 10 minutos, es un apoyo en la dietas para reducir el azúcar en sangre, gracias su poder diurético.
- Dada su cantidad de fibra, tomada en crudo o cocinada, la lechuga es muy saciante, por lo que está indicada en dietas de adelgazamiento y les suele ir muy bien a aquellas personas que tienen estreñimiento.
- Si todo lo dicho no es suficiente, que sepas que la lechuga es un buen tranquilizante, gracias a la lactucina. Ella ayuda a calmar los nervios, evita el insomnio y controla las palpitaciones, por ello, es una gran idea tomar una buena ensalada de lechuga para cenar. Si quieres aumentar los efectos de este compuesto de la lechuga y sus propiedades, se pueden tomar también una vaso cada 12 horas de una decocción al 50% de hojas de lechuga.
- Eso sí, para que el efecto relajante sea posible, debes tomar la lechuga en mucha cantidad, ya que si se toma cruda y en poca cantidad la lechuga es justo lo contrario, es excitante.
Contraindicaciones de la lechuga
Como solemos hacer con casi todos los alimentos vamos hablar de las propiedades y las contraindicaciones de la lechuga, pues es importante saber tanto lo bueno como lo no tan bueno.
Sí es cierto que para que estas contraindicaciones sean graves, habría que consumir una cantidad de lechuga muy atas, pero tenlos en cuenta.
Por sus cualidades diuréticas, puede producirse una bajada de potasio en el organismo ya que, aunque la lechuga también aporta potasio al comerla, este no es tan alto como el que puede llegar a perderse si se consume en grandes cantidades. Una bajada de potasio puede hacerte sentir cansada, padecer debilidad muscular, dolores de estómago e incluso nauseas y vómitos.
Además, por el mismo efecto no deben ser ingeridas en exceso (o nada, sería bueno consultar con un especialista) por aquellas personas con insuficiencia renal crónica o por aquellas personas que tienen que tomar diuréticos.
Sus propiedades sedantes pueden parecerte geniales para unas cosas, pero no lo son tanto si se van a realizar actividades que necesiten un alto esfuerzo físico o mental.
Además, hay muchas personas a las que simplemente no les sienta bien la lechuga y que al comer cualquiera de sus variedades sienten hinchazón de vientre, mal estar, ardor de estómago, nauseas, etc. Si es tú caso no te preocupes, no te empeñes en comerla, no te vas a morir por ello.
Tipos de lechugas
Tipos de lechugas en el mercado hay muchas, se dice que más de 100, pero no todas son fáciles de encontrar, por ello vamos a hablar sólo de las lechugas más comunes, con las que podemos dar en los mercados de forma fácil.
- Romana: la lechuga romana es una lechuga verde alargada. Sus hojas son largas y estrechas. Esta lechuga es perfecta para ensaladas y sopas.
- Cogollo: los cogollos de lechuga son, además de ser la parte central de todas las lechugas, una variedad de lechuga de tamaño pequeño y, como en el caso de las lechugas romanas, alargados y con hojas verdes y estrechas.
- Trocadero o lechuga francesa: es una lechuga redondeada (ojo, no tipo bola como la iceberg). Sus hojas son de un intenso color verde claro y son bastante lisas. Tienen una textura suave con un toque mantecoso, que la hace perfecta para combinar con todo.
- Hoja mantecosa: muy parecida a la anterior, con una diferencia, que la lechuga hoja mantecosa tiene un color más intenso.
- Hoja de roble: con la lechuga hoja de roble, tenemos la primera lechuga con hojas de color marrón/granate (aunque también las hay verdes). Sus hojas son grandes, rizadas en las puntas y no muy firmes, y su sabor es suave y algo más dulce que las demás. Es perfecta para ensaladas y combina perfectamente con frutas y quesos.
- Escarola: muchos no sabréis que es una lechuga, pero sí lo es. Sin duda es inconfundible a la vista, ya que la lechuga escarola está formada por muchísimas hojas dentadas gruesas. Su sabor amargo no suele gustar a todo el mundo. Como no coge muy bien los aliños, hay que darle sabor con vinagretas potentes y con cuerpo. Es perfecta para combinarla con sabores fuertes y con dulces. La escarola, a diferencia del resto de lechugas es una lechuga de invierno.
- Batavia: la lechuga batavia tiene una hoja mantecosa y suave. De color verde y hojas onduladas, tiene más cuerpo que otras variedades de hoja parecida. Ello le permite mantener su volumen más tiempo y conservarse mejor.
- Iceberg: sin duda es la lechuga más conocida por todos, por su escaso sabor, lo que la hace perfecta para disfrutar de los sabores con los que la aliñemos, y su bajo precio. La lechuga iceberg es una lechuga con forma de balón, cuyas hojas están muy pegadas entre sí. Si eres de los que te estás preguntando si las propiedades de la lechuga iceberg son las mismas que las del resto, la respuesta es no. La iceberg tiene más agua y menos color, por ello es la que menos valor nutricional tiene.
- Endivias o endibias: las lechugas endivias son lechugas alargadas y de pequeño tamaño, que se encuentran en el mercado de color amarillo, verde y morado. Tienen un sabor bastante amargo, son bastante prietas y sus hojas son firmes. Se pueden consumir crudas, cocidas, gratinadas o a la plancha. Con nueces, queso y miel están deliciosas.
Si quieres ver cómo son muchas de estas lechugas, y alguna de la que no hemos hablado, además de saber su época de recolección, este vídeo puede interesarte mucho. En él también vas a poder ver una receta con lechuga perfecta para la cena de Navidad.
Y si lo que quieres ver son recetas de todo tipo, donde la lechuga sea la gran protagonista, nada mejor que entrar en este enlace de Recetas con Lechuga donde vas a poder ver un buen número de ensaladas la mar de originales, pero también recetas como cremas de lechuga, lechugas al horno, calamares con lechuga, gazpachos de lechuga, sopas frías de lechuga… todo un mundo de recetas con lechuga distintas y llenas de sabor, para disfrutar de todas las propiedades de la lechuga de las que te hemos hablado.
Y una vez que tienes la lechuga lista, bien lavada y seca, nada mejor que un buen aliño para disfrutar de una buena ensalada. Para ello, nada mejor que uno de estos aliños de los que ya hablamos en su día… Buen provecho.
Foto destacada: jlastras