El pasado sábado, 24 de noviembre, después de muchos meses de preparativos, y después también de siete exitosas ediciones que habían conseguido generar expectación y encandilar a un público fiel, tuvo lugar la gala Tentación-es de Cáceres 2018 #CCT18, como pletórica desembocadura de un conjunto de actividades muy diversas cuyo fin es dar a conocer las bondades de los productos D.O.P. e I.G.P de la provincia de Cáceres.
El cartel de la cita lo conformaban en esta ocasión tres espadas con un claro poder de conexión con un público eminentemente familiar: los concursantes de MasterChef 5 Jorge Brazález y Miri Pérez Cabrero (el primero, con la vitola de ganador del famoso show televisivo), y la también ganadora de Masterchef 5 en su edición Junior, Esther Requena.
Como director de orquesta, Jorge Luengo, el mago cacereño reconocido a nivel planetario, parecía ser la pieza de conexión perfecta entre cada parte para hacer de la gala un espectáculo ameno y redondo. Así fue, ya que supo ganarse a un público ya entregado desde el inicio.
Que la cocina tiene algo de magia, es evidente; de lo contrario, sería difícil explicar la visión de la muchedumbre agolpándose a las puertas del teatro desde media hora antes del comienzo de Tentación-es 2018, y que acabó por llenar casi por completo el Gran Teatro de la capital cacereña.
Como agradecimiento, cada espectador fue recibido a su llegada con una bolsa regalo que contenía una lata de Pimentón de la Vera («La Niña Bonita de la Gastronomía Extremeña»), y un delantal promocional de los mejores productos gastronómicos de la provincia.
Llegar una hora antes al lugar elegido me permitió ser testigo del ambiente, y también de saludar a Jorge y Miri tras bajarse del taxi en las puertas del «backstage», dando muestras de una fenomenal sintonía y de las fantásticas emociones que les había despertado la ciudad de Cáceres.
Pero la primera en subir al escenario después de la presentación de Jorge Luengo -escorpión en mano, para el asombro de todos-, fue la entrañable y cautivadora Esther Requena, una niña con la sonrisa por bandera, con un buen hacer y una disciplina ejemplar que supo poner de manifiesto con asombrosa maestría, en su pincho de steak tartar de Ternera de Extremadura, y en su brocheta de carne de Cordero de Extremadura macerado con vino tinto Ribera del Guadiana con Torta del Casar.
Cuando terminó su master class, pude ver cómo Esther echaba a correr emocionada hacia su padre entre bambalinas fundiéndose ambos en un abrazo, un detalle sin importancia que, sin embargo, me hizo entender en parte el origen del ángel que desprende todo lo que esta mini chef dice, mira y hace entre fogones.
Justo después, Angélica García, Diputada de Agricultura y Ganadería, hacía entrega del Premio «Paisajes Gastronómicos de Instagram», que recaía en el fotógrafo Paco Pulido, y que recogía su hijo en su nombre. Era el momento, a su vez, de repartir cajas de bombones de higo entre todos los asistentes… ¡Exquisitos!
Si de contrastes se enriquece la gastronomía, la irrupción en las cocinas de Tentación-es de Cáceres de Miri Pérez, supuso el paso de la tierna calma al encendido de la pirotecnia, debido al torrente de energía que desprende la popular bloguera, y que volcó de lleno en la preparación de su muy apetecible tosta de Cordero de Extremadura asado con cebolla caramelizada con miel Villuercas-Ibores y AOVE Gata-Hurdes, Queso de los Ibores, granada y rúcula.
Era el turno de Jorge Brazález, quien hasta entonces había permanecido expectante a todo lo que se cocinaba en el escenario. Como ganador de MasterChef 5, se le presuponía el papel de plato fuerte de la mañana, y no rehuyó de esa «responsabilidad», pero lo hizo con la misma humildad, originalidad y buen criterio, que seguramente le llevó a seducir a los jueces del concurso de cocina más popular de la televisión en España.
Para la ocasión, Jorge le buscó las vueltas a una receta tan «de la abuela» como un cocido usando únicamente algunos restos, para acabar transformándolo en un plato de «comida rápida saludable» bien vistoso y aparentemente delicioso (nos faltó probar cada elaboración, como al resto de los asistentes, pero la intuición no suele fallarnos como apasionados de la materia que somos), que elaboró con hueso y morcillo de Ternera de Extremadura, entre otras cosas.
El momento culmen tuvo lugar cuando Jorge y Miri aunaron sus respectivos estilos sobre las tablas, en el cocinado a dúo de una aromática ensalada de níscalos con aguacate y jamón Dehesa de Extremadura. Un plato sencillo y con gracia, muy representativo de la forma de ser de la carismática pareja.
Al final, más sorteos, con el premio estrella de un desayuno en el Restaurante Atrio, de Cáceres, y la breve intervención de María del Rosario Cordero, presidenta de la Diputación de Cáceres, con palabras de aliento llenas de sentido hacia la gastronomía en general, la cocina extremeña, y los mejores productos de la provincia de Cáceres, que componen uno de los más privilegiados planteles de Denominaciones de Origen y productos con Indicaciones Geográficas Protegidas de España.
Todo ello sirvió de colofón a una jornada para el deleite de los sentidos, interpretada con mucha magia y muy buenas intenciones, causantes de las sonrisas con las que el público fue abandonando el recinto a esa hora en la que los aromas que sobrevolaban el ambiente, destapaban el tarro de los instintos de todos los allí congregados. En este caso, más que nunca, con un plus de deseo por comer bueno, y por comer bien.