Hace unos años tuve una compañera de trabajo con la que todos nos «peleábamos» por el lugar donde guardar la mantequilla.
Mientras todos la metíamos de forma insistente en la nevera, pues nos parecía el espacio más lógico para conservarla correctamente, ella se empeñaba en sacarla pues decía e insistía en que la mantequilla no se tenía que guardar en el frigorífico y que a temperatura ambiente se untaba mejor.
Vale está que la teoría del unte, es más que válida, pues una mantequilla recién sacada del frigorífico es una tortura dura y difícil de usar. Pero ¿qué pasa con la calidad de la mantequilla en sí fuera del frío de la nevera?
En nuestra web hemos hablado ya de la mantequilla. Por ejemplo te hemos contado que la mantequilla se puede congelar, si te dura tanto en casa como para tener que hacerlo, o también te hemos dado ideas de cómo hacer mantequilla de sabores fácil de untar en casa, unas sencillas recetas que te animamos a hacer, pues te aseguramos que te van a encantar.
Hoy queremos centrarnos en la conservación de la mantequilla. Un punto que creemos clave para sacarle a esta deliciosa grasa todo su partido.
Cómo conservar la mantequilla
Antes de seguir adelante queremos decirte que nuestra compañera tenía razón. La mantequilla se puede conservar a temperatura ambiente, peeeeero, con algunos matices que son los que ella no tenía presente.
La mantequilla se debe proteger de la luz, el calor extremo y el aire. Si sigues estos pasos estarás preservando tanto su sabor como su consistencia.
Esta es una de las razones principales por las que la gran mayoría de los mortales la metemos en el frigorífico. Además de que es el lugar que ocupa en las tiendas de alimentación y como consumidores solemos conservar los alimentos en el espacio que ocupan en la tienda.
Pero queremos que sepas que tu mantequilla podría estar perfectamente fuera de la nevera si la colocas en el recipiente adecuado en el lugar adecuado.
La mantequilla tiene muy poca agua, por eso no es necesario meterla en el frigo. Este % tan bajo evita que las bacterias se desarrollen, que es lo que evitamos metiendo los alimentos a «la fresca».
Cómo conservar la mantequilla fuera de la nevera
Ya te hemos dicho que sí se puede. Ahora te vamos a contar cómo hacerlo.
La mantequilla se conserva a temperatura ambiente en lo que llamamos mantequillera. Estas son recipientes tipo tarrinas con tapadera, realizados en cerámica o cristal, que ayudan a conservar las propiedades y la calidad de la mantequilla.
Una vez que tienes la mantequilla en la mantequillera adecuada, es conveniente mantenerla en un lugar fresco (no frío, por eso no es necesario el frigorífico) hasta el momento de ser consumida.
De esta forma la mantequilla te durará perfecta y lista para untar siempre que la necesites.
Una cosa más. Si la mantequillera es de cristal, colócala en un lugar oscuro, pues la luz favorece la oxidación de la mantequilla… Y no conserves la mantequilla fuera del frigorífico en plásticos ni en papel de aluminio, pues no es lo más adecuado para la perfecta conservación de la misma.
Si quieres usar los envases de plástico en los que éstas se venden, déjala en la nevera. Si compras mantequillas envueltas en papel de aluminio, también es la nevera su sitio, pero mejor si retiras el aluminio y metes la barra de mantequilla en tu preciosa y flamante mantequillera.
Ahora ya lo sabes. Si no quieres pelearte con tu tostada por las mañanas, compra una buena mantequillera, introduce en ella tu mantequilla preferida y déjala fuera del frigorífico. De esta forma la tendrás siempre lista para untarla sin esfuerzo y, por suerte, no se te pondrá mala.