Muchas veces nos ha pasado que dejamos sobras de comida en la nevera y al día siguiente, al calentarla, nos damos cuenta de que el sabor ha mejorado notablemente. ¿Por qué sucede esto? ¿Cómo es posible que los platos mejoren de un día para otro?
La respuesta a esta pregunta se encuentra en la ciencia detrás de la cocina. Algunos platos, especialmente aquellos que contienen ingredientes con alto contenido de almidón, como el arroz o las papas, tienen la capacidad de absorber líquidos adicionales con el tiempo. Esto significa que, después de un día o dos en la nevera, estos platos pueden haber absorbido líquidos adicionales, lo que los hace más húmedos y sabrosos.
Además, muchos platos tienen una gran cantidad de sabores complejos que pueden tardar tiempo en desarrollarse completamente. Las especias y los condimentos pueden tardar varias horas, o incluso días, en mezclarse y crear un sabor completo y balanceado. Por lo tanto, al dejar que un plato se asiente en la nevera durante la noche, estamos permitiendo que los sabores se mezclen y se desarrollen completamente, lo que puede hacer que el plato sea aún más delicioso al día siguiente.
Si quieres salir de dudas sobre por qué muchos platos mejoran de un día para otro, te invitamos a seguir leyendo para descubrir la respuesta a esta curiosidad culinaria.
¿Por qué los platos mejoran de un día para otro?
Cuando se trata de platos como estofados, guisos, salsas o curry, muchos de nosotros hemos experimentado que estos platos saben mejor al día siguiente. Pero ¿por qué sucede esto? En este artículo, exploraremos algunas de las razones detrás de este fenómeno, es decir, por qué los platos mejoran de un día para otro.
El papel de los ingredientes
Uno de los motivos por los que los platos mejoran después de un día es que los ingredientes tienen tiempo para mezclarse y desarrollar sabores más complejos. Los sabores se infunden unos en otros, creando una armonía de sabores que no se puede lograr en un solo día.
Los ingredientes que contienen ácido, como el tomate o el vino, pueden tener un efecto especialmente beneficioso en la calidad del plato a largo plazo. El ácido ayuda a romper las fibras de la carne, lo que hace que sea más tierna y suave. Además, el ácido ayuda a conservar el plato, lo que significa que se puede disfrutar durante más tiempo.
El efecto del tiempo en el sabor
Otra razón por la que los platos pueden mejorar después de un día es que el tiempo permite que los sabores se asienten y se equilibren. Los sabores se vuelven más profundos y complejos, lo que puede hacer que el plato sea más interesante y satisfactorio.
Además, el tiempo también puede permitir que los sabores se suavicen. Si un plato tiene un sabor demasiado fuerte o picante, el tiempo puede reducir la intensidad de estos sabores y hacer que el plato sea más agradable de comer.
La importancia de la cocción lenta
En algunos casos, el hecho de que los platos mejoren después de un día puede deberse a la forma en que se cocinan. Los platos que se cocinan a fuego lento durante un período prolongado de tiempo pueden tener una calidad superior a los platos que se cocinan rápidamente.
La cocción lenta permite que los sabores se desarrollen lentamente y se mezclen entre sí. Además, la cocción lenta también puede hacer que la carne sea más tierna y suave, lo que puede mejorar la calidad del plato en general.
Conclusión de por qué los platos mejoran de un día para otro
En resumen, hay varias razones por las que los platos pueden mejorar después de un día. Los ingredientes tienen tiempo para mezclarse y desarrollar sabores más complejos, el tiempo permite que los sabores se asienten y se equilibren, y la cocción lenta puede mejorar la calidad del plato en general.
Es cierto que, si bien no todos los platos mejoran después de un día, muchos lo hacen, y es interesante explorar las razones detrás de este fenómeno.