Con la llegada del buen tiempo a todos nos encanta salir a la calle y dar un paseo o caminar un rato, para estirar las piernas y que nos dé un poco el sol. Y si tenemos la suerte de estar cerca de una zona con pequeñas montañas, o rodeados de una naturaleza bien cuidada, hacer una pequeña excursión con los amigos es algo que no hay que dejar pasar. Es una forma muy sencilla de hacer algo de deporte, pudiendo ponernos al día con nuestros amigos, y dejando a un lado la rutina diaria de nuestros trabajos y actividades más aburridas. Pero si queremos que todo salga bien, además de planificar bien la ruta, en nuestra mochila no debe faltar un buen avituallamiento.
¿Qué debemos tener en cuenta? Empezaremos por los líquidos. Independientemente de que nos encontremos fuentes naturales por el camino (cuidado con esto, hay que asegurarse de que sea agua potable y no esté contaminada, de lo contrario nos pasaremos parte de la excursión buscando arbustos porque nuestro estómago no aguanta). Las bebidas isotónicas nos ayudarán a reponer azúcares a la vez que nos refrescan, y siempre es mejor pasarse de largo metiendo agua, que quedarse cortos y tener que mendigar a los compañeros.
Para que la excursión se haga más llevadera, además de comidas más fuertes (bocadillos, pero rellenos de cosas ligeras), es bueno llevar alguna barrita energética o algún pequeño dulce que podamos tomar de vez en cuando, para de ese modo dispersar los momentos en los que aportamos energía al cuerpo. De nada vale pasar el día entero caminando y solo hacer una parada para hincharse a comer: pasaremos hambre antes de hacerlo, y después la pesadez de estómago puedo convertir la excursión en una pesadilla.
¡Vale! Tenemos líquidos (unos dos litros de agua en caso de que estemos todo el día fuera), un par de bocadillos, algún dulce y fruta (¡y que sea fruta fácil de pelar!). ¿Se nos olvida algo? Pues respecto a la comida no, pero nunca está de más recordar llevar un móvil con la batería bien cargada, un mapa de la zona en caso de que estemos en algún sitio que no conozcamos en absoluto, una gorra en caso de que haga mucho sol… ¡y ganas de pasarlo bien! En caso de que le cojamos el gusto a esto de dar largos paseos de 2 ó 3 horas, puede que llegue el momento de apuntarse a algún grupo de senderismo. Casi todas las ciudades tienen alguno, y siempre están abiertos a que se apunte gente. Es una forma de compartir experiencias, salir de la rutina diaria y hacer algo deporte. ¿No te están entrando ganas de salir a caminar?