A pesar de que la intervención humana para el surgimiento de nuevas frutas con sabores distintos, formas y colores más atractivos, más resistentes a las plagas, y a priori, con una calidad mayor, es una realidad desde hace tiempo; en los últimos días ha tenido una gran repercusión mediática el nacimiento en Nueva Zelanda de la fruta bautizada como «panzana» (o papple), un híbrido de pera y manzana.
La panzana (oficialmente conocida como PremP109) es una fruta con la apariencia y el sabor de las manzanas, pero con la piel rugosa de las peras. Aparte del atractivo que supone la novedad en sí misma, parece ser que las panzanas se muestran más resistentes a las plagas, algo que se ha conseguido a partir de injertos y manipulaciones genéticas, un proceso largo y costoso que tiene, de momento, su repercusión en el precio de esta fruta. Y es que según hemos podido saber, las panzanas sólo se comercializan en Reino Unido, con un precio de salida superior a 1,00 € la unidad.
Si el Real Madrid fuera un equipo de frutas, seguramente Florentino Pérez ficharía este verano a la panzana como estrella galáctica. Pero de momento, las panzanas son propiedad de los escasos 4.500 árboles de la Plant & Food Research’s Pipfruit que se han destinado a su producción.
Foto: Tanakawho
Me permito poner en vuestro conocimiento que en la frontera entre Argentina y Bolivia existe un fruto antiquísimo que se llama yacón y que es exactamente esto: una mezcla perfecta entre pera y manzana. curiosamente es un tubérculo, y se lo come tanto crudo como cocido. Una de las tantas maravillas que le falta por descubrir a la gastronomía mundial.
Hola Alejandro. Siendo un tubérculo, es difícil pensar que sea una mezcla exacta entre una manzana y una pera, ya que ninguno de los dos los es. La panzana es exactamente una hibridación entre ambas frutas, un casamiento. No es, por tanto, que comparta sabor y textura con una y otra, sino que es, literalmente, un poco de cada cual. En cualquier caso, tomo nota del yacón. Me encantaría probarlo. La riqueza de la gastronomía sudamericana, que se ha traducido en una evidente pujanza en el ámbito internacional, se debe en parte a la existencia y al conocimiento en su utilización de tesoros alimenticios como el yacón. Muchas gracias por pasar por Bligcocina 😉