A la hora de comprar melones o sandías, todos hemos visto alguna vez al vendedor llevar a cabo una especie de rito difícil de interpretar para el resto de mortales, consistente en apretar, palpar, menear, e incluso golpear la piel de la fruta, como si el melón o la sandía en cuestión fueran unos timbales. Pero, ¿realmente se puede saber si un melón o una sandía están maduros dándoles golpes con las yemas de los dedos o con los nudillos? La respuesta es que sí, pero hay matices.
En el caso de los melones, el punto de maduración determina la consistencia de la carne, y el grado de agarre de las pipas que se encuentran en su interior. De esta forma, si al golpearlo nos da sensación de excesiva firmeza, es posible que el melón no esté demasiado maduro, algo que se puede saber también meneándolo ligeramente. Otra forma de saber si un melón está maduro, es fijarse en la parte del rabillo por el que permaneció agarrado a la tierra durante su crecimiento. Dado que los melones se deben recoger cuando este rabo está seco (momento en el que los melones pueden seguir madurando en lugares refrigerados), si observamos que el trocito de rabo está demasiado verde, es posible que el melón esté también verde, y por lo tanto menos sabroso. Por último, para saber si un melón está maduro, se suele apretar con los dedos ligeramente el extremo opuesto al del rabillo. Si cede con facilidad y desprende un olor intenso a melón, es porque está maduro.
En cuanto a las sandías, sabremos si están o no maduras si, al golpearlas, el sonido es el de un objeto macizo y compacto -indicativo de poca madurez-, o si por el contrario, suena a hueco -lo cual será un indicio de maduración óptima-. También es conveniente observar el color de las sandías para saber si están maduras. Éstas deben tener una mancha marrón en la base, indicativa de haber estado en contacto con el suelo hasta el momento de su maduración; además de varias franjas blanquecinas a lo largo del cuerpo.
Como en todo, el sonido, el aspecto y el olor de la fruta, como mensajes sobre el estado de maduración de la fruta, componen un verdadero lenguaje que requiere de experiencia para que la interpretación sea lo más realista posible. No obstante, hay que tener en cuenta que un correcto estado de maduración de la fruta no siempre garantiza su dulzor.
Trabaje en verduleria 5 años mis viejos me enseñaron mucho y aprendi demasiado.Primero que nada melones hay muchos el rocio de miel,filadelfia,escrito hay muchos melones diferentes y cada uno se ve de una forma diferente el punto de maduracion. El rocio de miel que es el de verano es el mas facil porque desprende mucho olor y la cascara se pone como grasosa. El melon filadelfia no es de largar mucho aroma es por el color cuando esta bien naranja. El melon escrito lo mismo larga olor y cascara grasosa. Despues estan los melones hibridos que es una loteria, no largan olor, la cascara siempre sigue igual, esperar que este bien amarillo y abrirlo y deciarle a dios q este bueno. Las sandias para que esten perfectas, tienen que tener un color verde fuerte y parejo, las que estan amarillas en el medio estan feas, la sandia madura parejo como un tomate, si esta el color parejo esta bueno y si es verde oscuro mejor.
Qué gran lección, Fernando. Muchas gracias por tu aportación 😉