Sabrosos, tiernos y muy nutritivos. Estos higaditos de pollo encebollados con pimientos del piquillo son muy fáciles de hacer y tienen interesantes aportes: hierro, zinc, proteínas, y muchas vitaminas (vitamina B2, vitamina B3, vitamina B5,vitamina B6, vitamina vitamina B7, vitamina B9, vitamina B12, vitamina K, etc.).
Otra cualidad de los hígados de pollo encebollados es que puedes amarlos con toda tu alma, o si no, es muy posible que los detestes. Eso es algo propio de todos los alimentos que, estando bien ricos, provocan rechazo por su naturaleza misma. Un hándicap de la herencia cultural de cada uno que, en muchos casos, nos impide descubrir verdaderas delicias de la gastronomía propia o foránea.
Por eso mismo, tanto quienes probasteis los higaditos encebollados en vuestra niñez y tenéis un agradable recuerdo, como los que os negasteis en rotundo al escuchar la palabra «hígado de pollo», estáis convocados a la elaboración de este emblema de la cocina tradicional.
Higaditos de pollo encebollados
Un guiso sencillo para un ingrediente de sabor intenso con claras reminiscencias a cocina de la abuela.
Ingredientes:
- 400 gr. de hígados de pollo
- 1 cebolla grande
- 1 diente de ajo
- 100 gr. de pimientos del piquillo escurridos
- 150 ml. de vino blanco
- 1/2 cucharada de ñora molida
- 1 punta de cuchillo de pimentón de la Vera dulce
- Aceite de oliva virgen extra
- Pimienta molida negra
- Sal
Elaboración:
- Cortar la cebolla en juliana y pochar en una cazuela (si es de barro, mejor que mejor) con unas 4 cucharadas de aceite de oliva virgen extra y un pelín de agua.
- Limpiar y trocear los higaditos. Salpimentar. Cuando la cebolla esté casi transparente, añadir a la cazuela junto con el vino blanco y el diente de ajo machacado. Remover durante un par de minutos a fuego fuertecillo.
- Bajar el fuego. Añadir la ñora y el pimentón. Tapar y cocer con un chapoteo suave durante 30 minutos.
- A los 20 minutos, añadir los pimientos del piquillo cortados en tiritas.
Tiempo de preparación: 10 minutos
Tiempo de cocción: 45 minutos
Raciones: 2/3
Veredicto:
Es vital llevar los higaditos de pollo encebollados a la mesa bien calientes. Para que no se enfríen mientras los coméis, podéis servirlos en unas ollitas de cerámica como las de la foto que, además, se encargarán sin necesidad de más aderezos de la presentación del plato. Si queréis, también podéis congelar los higaditos una vez cocinados previamente envasados al vacío o en un envase apropiado, con el fin de comerlos más adelante.
Para el acompañamiento, un buen tinto va perfecto con el sabor de los hígados encebollados, aunque como buen amante cervecero, yo suelo tomarlos con una cerveza rubia ligera y me encanta el contraste.
Sea como sea, espero que os guste la receta y que disfrutéis de vuestros higaditos encebollados con piquillos.