El pasado jueves 3 de abril estuve en Alimentaria 2014 invitado por Aneto y, como imaginaréis, tengo mucho que contaros de todo lo que allí vi, probé y sentí.
Después de una breve toma de contacto con el impresionante recinto FIRA de Barcelona, llegué al stand de Aneto a eso de las 10 de la mañana con media hora de adelanto con respecto a la cita que teníamos concertada desde hacía días, lo cual me dio la posibilidad de dar una primera vuelta de incógnito con la mirada limpia de un visitante curioso del montón.
En frente de mí: un espacio colorido visualmente muy atractivo rodeado de verduras frescas, de ollas calientes self-service con muestras de todos los caldos de la marca, y de una cocina en la que un equipo de cocineros elaboraban las primeras paellas del día en enormes paelleras desatando los primeros aromas a comida casera en todo el pabellón.
A partir del momento en que me presenté, de lo que esperaba fuera una recepción y posterior visita apresurada y con la frialdad que en ocasiones imponen los espacios gigantes destinados a la acogida de grandes masas de gente, me encontré con algo muy parecido a eso de «sentirse como en casa».
Uno se espera que detrás de una marca tan conocida y reconocida como Aneto, haya un imponente capital humano en cierto modo deshumanizado por el estilo y los ritmos propios de las producciones industriales. Sin embargo, de los cerca de 70 trabajadores que elaboran a diario los caldos naturales que luego se venden por toda España y parte del extranjero, en aquel stand se encontraba una nutrida representación haciendo las veces de incansables anfitriones de los que me llamó la atención, más allá de su cercanía y amabilidad; el orgullo, la pasión y la ilusión con la que hablaban de sus caldos.
Por todos es sabido que Aneto utiliza la expresión «100% natural» como slogan o sobrenombre de la marca, un detalle en el que quise centrar de forma premeditada el foco de mi visita, dado el uso gratuito que muchas marcas hacen en la actualidad de conceptos similares, con la permisividad de los organismos de control.
El resultado después de varias horas de entrevistas y charlas de tú a tú con los diferentes miembros del equipo, además de las correspondientes catas de caldos, cremas y bases para paellas y fideuá, fue mucho más satisfactorio de lo que esperaba, al llegar al absoluto convencimiento de haber dado con uno de esos productos de los que lo que se dice es lo que es: uso de ingredientes ecológicos con certificado, productos escogidos, elaboración casera y respetuosa que impide la presencia de trazas de otros ingredientes, ausencia de colorantes, conservadores y potenciadores de sabor artificiales, etc.; y sobre todo: grandes dosis de entusiasmo, cariño y pasión.
Muchos pensaréis que asistir a una feria como Alimentaria invitado por una marca, puede implicar verse forzado a dedicar atenciones y falsos elogios a productos que no son del interés de uno. Sin embargo, ni todos nos movemos por los mismos intereses, ni todas las marcas ni productos son iguales. Por eso y porque como consumidor conocía los productos Aneto desde hacía años, no tuve ninguna duda en aceptar su propuesta.
Aprovechando la saludable sinergia que se produce entre una marca de calidad que quiere dar a conocer todos los secretos de sus productos, y cualquier interesado en difundir todo aquello que considera digno de ser difundido, Aneto en colaboración con Alimentaria ha hecho este año el gran esfuerzo de invitar a una amplia comunidad de bloggers a la feria con una generosidad que es digna de elogio y, por supuesto, de agradecimiento.
Sin embargo, creo que lo más justo es terminar este artículo felicitando a la familia Aneto por su honestidad y transparencia y por poner el alma en elaborar productos que, más allá de su acogida en el mercado, cumplen con sus propias exigencias como consumidores. Un detalle tan simple, como revelador. Sirva de ejemplo.
Es de agradecer que nos tengan en cuenta y de una manera tan agradable como tuvieron. El otro día vi que habías estado pero en jueves yo no fui así que tampoco no nos habríamos visto 🙂
¡Son unos fenómenos! Para otro año nos ponemos de acuerdo, a ver si podemos coincidir… Un saludo, Glutoniana.
Qué mal escribo jajaja. Quería decir «de una manera tan agradable como hicieron».
Yo también estuve allí y mi experiencia y sensación al salir de allí fue la misma que la tuya. Sin duda estamos ante un gran equipo. He tenido la suerte de visitar la fábrica un lunes blogger, te animo a que lo hagas… todavía vas a estar maravillado.. porque todo lo que se intuye, es real.
Tengo pendiente la visita a la fábrica de Aneto, aunque sois tantos los que me habéis hablado ya de vuestra experiencia, que es como si ya hubiera estado allí. Por lo que he podido ver hasta ahora con mis propios ojos, sólo puedo decir que son un ejemplo de equipo y de empresa, y sólo detrás de un gran equipo puede haber un producto de calidad. Muchas gracias por pasar también por Cocina.es para dejar tu testimonio 😉