La ralladura de limón se usa para aromatizar muchas recetas de postres y de platos salados, y secarla te asegura poder disponer de ella en cualquier momento con todo su aroma y sabor, para aderezar tus preparaciones con limón sin necesidad de tener que lavar y rallar limones cada vez. Así es que ya sabes: si la vida te da limones… ¡rállalos!
Bizcochos, tartas, natillas, arroz con leche, helados con aroma de limón, salsas, carnes y pescados asados, etc. Son muchos los usos interesantes que le vas a poder dar a la ralladura de limón seca.
No sabrás lo práctico que es disponer de ralladura de limón en un pequeño frasco o especiero cada vez que cocinas, y la cantidad de recetas en las que se puede usar dándole un toque diferenciador con esencia de limón a los platos, hasta que no la hagas y la pruebes. La diferencia una la ralladura de limón seca y una recién rallada, es que mientras la fresca la tienes que rallar siempre en el momento, la seca la puedes almacenar como el resto de especias secas para usarla en tu cocina cada vez que lo necesites. Si quieres que la ralladura seca «vuelva a la vida», sólo tienes que hidratarla durante unos minutos en un cuenco, y listo.
Procedimiento para secar la ralladura de limón
Es tan simple y agradecida esta «especia», que no te vas a arrepentir de hacer ralladura de limón seca, y por el contrario, vas a poder disfrutar durante meses del aroma de limón en tus bizcochos y en el resto de elaboraciones en las que te atreves a usarla.
Para hacer ralladura de limón seca, lava cuatro limones muy bien y rállalos hasta extraer toda la piel amarilla. Ojo, no nos interesa lo más mismo «arañar» la parte blanca de la piel del limón. Una vez obtenida la ralladura de limón, la tienes que extender sobre una lámina de papel de hornear que, a su vez, debes colocar sobre la bandeja del horno.
Para secar la ralladura de limón, sólo necesitas poner tu horno a 60ºC durante una hora y media, así es que puedes hacerlo también en verano si que ello te suponga un suplicio. Pasado ese tiempo, puedes dejar que la ralladura de limón seca se enfríe antes de meterla en un frasco hermético para conservarla durante meses con todo su aroma.
Otra opción para hacer ralladura de limón seca, consiste en secar directamente las tiras de piel de limón (sólo la parte amarilla) de la misma forma que la ralladura, para luego triturarla.
Tanto si usas las tiras de piel de limón como la ralladura de limón para secarla y conservarla sin problemas, siempre tienes la opción de pulverizarla con molinillo de café, la Thermomix o una picadora eléctrica, hasta lograr hacer ralladura de limón en polvo, igualmente interesante como recurso culinario en infinidad de recetas.
Ralladura de limón congelada: la alternativa
Si no tienes horno o quieres evitar usarlo, también tienes una alternativa al proceso de obtención de la ralladura de limón seca, que consiste en congelarla. Para hacerlo, tienes que congelar las finas tiras de piel de limón para que, cuando estén bien duras, puedas triturarlas con una picadora y dejarla con la textura que estés buscando.
Una vez hecha la ralladura de limón congelada la tienes que introducir en una bolsa de congelación para conservarla en el congelador durante mucho tiempo.La ventaja de hacer ralladura de limón congelada en vez de seca, es que la congelada no precisa pasar por un proceso de rehidratación en el momento de usarla, pero ambas opciones son válidas.
EXCELENTE PODER CONSERVAR LA RRALLADURA DE LIMON PARA USAR EN CUALQUIER MOMENTO GRACIAS