¡A la rica sopa de cebolla, oiga! Esta deliciosa receta de invierno la aprendí en Francia. Allí se llama suop d’oignon, pero el sabor es igual de exquisito.
Recuerdo haber comido por primera vez la sopa de cebolla uno de esos días de nieve que me dejaron con el rostro y medio cuerpo paralizado. Entrar en aquél restaurante de comida tradicional francesa y dejarme llevar por las recomendaciones de mi compañero de ruta, muy francés él, fue mi salvación.
Desde entonces, siempre que pienso en comidas para contrarrestar el frío, viene a mi mente la soup d’oignon o suop à l’oignon o sopa de cebolla a la francesa.
La que os dejo es la receta tradicional de la sopa de cebolla; es decir, una verdadera sopa de cebolla gratinada, con su pan tostado en la base. Lo digo, porque sé que en España la sopa de cebolla suele hacerse más ligera, y que incluso existen recetas de sopa de cebolla para adelgazar. Si es eso lo que vienes buscando, date la vuelta y vete. Si lo que quieres es gozar, tienes que probar esta obra maestra del mundo de las recetas de sopas.
Sopa de Cebolla (receta tradicional)
Si tienes frío, hambre de la buena, y pocos ingredientes, el mejor primer plato que se nos ocurre es esta suculenta sopa de cebolla al estilo francés.
Ingredientes de la Sopa de Cebolla (2 raciones):
- 1 cebolla grande, blanca y dulce (como Anne Igartiburu, pero en cebolla)
- 40 gr. de queso apto para gratinar (gruyère, emmental, provolone, etc.)
- 2 rebanadas de pan de hogaza
- 375 ml. de caldo de verduras
- 1 cucharadita colmada de harina
- 1 chorrito de vino blanco
- 25 gr. de mantequilla
- Perejil fresco
- Pimienta
- Sal
Cómo hacer Sopa de Cebolla:
- Pelar y cortar las cebollas en juliana.
- Deshacer la mantequilla en el fondo de una cazuela, y echar la cebolla. Remover y sofreír a fuego lento con la tapadera puesta hasta que transparenten las cebollas.
- Disolver la harina en un vaso con un chorrito de vino blanco removiendo con una cucharilla. Añadir a la cazuela y subir el fuego durante 30 segundos. Remover.
- Añadir el caldo, sazonar a gusto con sal y pimienta, y dejar cocer a fuego lento con la cazuela tapada durante 15 minutos.
- Tostar el pan y colocarlo en la base de los cuencos o cazuelitas de barro (es lo típico) que se vayan a usar.
- Rallar el queso y espolvorear una pequeña parte sobre el pan.
- Echar la sopa de cebolla sobre el pan, y culminar con una capa de queso que cubra toda la superficie.
- Unos 10 minutos antes de servir, meter en el horno los cuencos con la función del gratinador, y gratinar hasta que el queso se dore.
- Espolvorear perejil picadito sobre la sopa de cebolla en el momento de servir.
Tiempo de preparación: 10 minutos
Tiempo de cocción: 30 minutos
Veredicto:
Si creo que la sopa de cebolla es especialmente indicada para los días de frío, es porque la costra de queso de la capa superior funciona de tapadera de la sopa, haciendo que guarde todo su calor en el momento de llevarla a la mesa. Y te aseguro que tarda mucho en atemperarse.
De hecho, muchos osados habrán sido víctimas de abrasamiento bucal al intentar meterle mano a una sopa de cebolla recién servida. ¿Por qué crees que los franceses no saben pronunciar la «erre»?
Eso sí, si no quieres acabar haciendo una sopa de queso, no te pases demasiado echando queso y entiende que se trata simplemente de crear una capa ligera para gratinar la sopa de cebolla.
La hice ayer para comer en casa. Está lista en poco más de 30 minutos, la hice en un plato hondo, pues no tengo cuencos aptos para el horno, y el resultado…. IMPRESIONANTE.
Gracias compañero por compartir este plato con todos, pues es una auténtica delicia… El que no la haga no sabe lo que se está perdiendo.
Por el poder que me otorga Sofía, queda establecido el día 23 de noviembre como «Día de la Sopa de Cebolla». Festivo nacional, por supuesto 😉