Como consumidor y como padre, me preocupa comprobar la presencia de aceite de palma en muchos de los alimentos que he venido comprando durante los últimos años, antes de que los organismos de consumo levantaran la voz, trasladando el debate a la calle.
Lo de trasladar los debates a la calle sobre asuntos inquietantes que atañen a la alimentación como el de la grasa de palma, tiene un doble efecto, uno positivo y otro negativo: lo bueno es que se trata de cuestiones altamente corrosivas que se extienden como la tinta, transportando al menos siempre una parte de verdad a todos los rincones, en muy poco tiempo; y lo menos bueno es que la verdad se suele empañar de confusión, reproduciéndose los mensajes faltos de todo rigor con el paso de los días.
Como sabes también, cada cierto tiempo brota de la nada un alimento o sustancia diabólica presente en nuestra dieta sembrando el pánico, como el aceite de palma o las grasas hidrogenadas (trans), por ejemplo. Ante esto, también suele haber dos respuestas bastante comunes: la de quienes creen que no será para tanto si está permitido usarlas y todo el mundo las come, y la de quienes demonizan de forma radical todo aquello sospechoso de contener la más mínima cantidad de la sustancia en cuestión.
Por eso, porque el tema está candente, y porque existe mucha confusión en torno al aceite de palma, a continuación voy a resumir las opiniones de los expertos en 10 claves para entender qué es el aceite de palma, y hasta qué punto debemos evitar comprar alimentos con aceite de palma.
Como contexto, me parece muy interesante empezar resumiendo el papel de las grasas en la alimentación de boca de Marian García, nutricionista, colaboradora y tertuliana en el programa de RNE «No es un día cualquiera» en este debate sobre el aceite de palma del 2 de abril que te invito a escuchar:
- Las grasas deberían aportar entre un 30 y un 35% de la energía total, aunque hay que tener en cuenta que nuestro organismo es capaz de «fabricar» todas las grasas que necesita, excepto dos: el Omega 3 y el Omega 6.
- De ese 30/35%, no más de un 25% deberían ser grasas saturadas, lo cual representa un 7% de la energía total.
- Todo lo que sea sobrepasar ese límite del 7% de grasas saturadas en nuestro organismo, implica un aumento de las posibilidades de contraer enfermedades cardiovasculares (cardiopatías coronarias, degeneración de los vasos sanguíneos, etc.).
De hecho, mi verdad sobre el aceite de palma resumido en estos 10 interrogantes, viene a ser un resumen de mis propias investigaciones (llevo semanas recorriendo supermercados leyendo etiquetas de productos) y de esa misma entrevista, en la que también intervino Enrique García como representante de la OCU, y en la que, habiendo sido invitados, no estuvieron presentes representantes de la industria alimentaria, ni de las instituciones.
Qué es el Aceite de Palma
El aceite de palma es un tipo de aceite de origen vegetal que se extrae de la palma africana (elaeis guineensis). Es la grasa más consumida del mundo junto con el aceite de soja, y también se emplea como biocombustible.
El aceite de palma prensado es de color rojizo, al igual que el fruto de la palma, pero en la mayoría de los casos, es sometido a un proceso de refinado que suaviza tanto su color, como su sabor, modificando también sus propiedades iniciales.
El creciente uso de aceite de palma en la industria alimentaria y en otras industrias, ha provocado una desmesurada expansión de los cultivos que, a su vez, está detrás de la deforestación de selvas en Indonesia y Malasia. Por eso, los organismos de consumo recomiendan comprar alimentos que incluyan el sello que certifica la sostenibilidad de la palma contenida, en caso de comprar alimentos que lleven aceite de palma.
Por qué usa Aceite de Palma la industria alimentaria
En términos de calidad nutricional, que no de seguridad alimentaria, la industria de la alimentación no debería emplear aceite de palma procesado en la medida en que lo hace. Si lo usa, es por 5 razones fundamentales:
- El aceite de palma es mucho más barato que cualquier otra grasa vegetal.
- La grasa de palma es semisólida a temperatura ambiente y se funde fácilmente al calor; es, por tanto, la grasa perfecta para la elaboración industrial de alimentos.
- El aceite de palma confiere a los alimentos una viscosidad ideal, y hace que éstos se conserven mejor y durante más tiempo que los elaborados con otras grasas.
- La grasa de palma ha sido utilizada por muchas marcas como sustitutivo de las grasas trans.
- La legislación actual, tanto la española como la Europea, no regula su uso. No lo restringe, ni mucho menos lo prohíbe.
Todo esto, junto con el la presencia creciente de alimentos procesados en nuestra dieta en los últimos 10 años, ha traído como consecuencia el aumento del consumo del aceite de palma.
Con qué nombres se cita al Aceite de Palma en los envases
Desde diciembre de 2014, gracias a la presión de los consumidores, los fabricantes están obligados a citar el tipo de grasa que usan en sus procesados (antes se limitaban a citarlas como aceite vegetales comestibles), pero dada la mala fama de grasas como el aceite de palma, algunas marcas optan por usar eufemismos y términos ambiguos, como: manteca de palma, grasa de palmiste, palmoleína, estearina de palma, oleína de palma, su nombre científico elaeis ghineensis, etc.
Esto mismo ya sucedía y sucede con las grasas trans, con el azúcar, etc.
Por qué es malo el Aceite de Palma
Las razones para no consumir aceite de palma se asientan fundamentalmente en estas tres verdades:
- Contiene un 50% de grasas saturadas.
- Estudios recientes han revelado que no todas las grasas saturadas son iguales, ni se comportan de la misma manera en nuestro organismo. De entre todas, las que contiene el aceite de palma son de las peores.
- Al ser procesado, el aceite de palma es sometido a procesos químicos que lo convierten en una sustancia nociva. Esto se explica en el siguiente epígrafe.
En todo caso, si quieres ahondar en esta verdad, te recomiendo este artículo sobre el Aceite de Palma, de Juan Revenga, en el Comidista.
¿El aceite de Palma es Cancerígeno?
Aunque las dietas ricas en grasas saturadas están relacionadas indirectamente con el cáncer, es el refinamiento del aceite de palma que acabamos de mencionar el que lo convierte en una sustancia poco recomendable desde este punto de vista.
En concreto, la Agencia Europea de Seguridad Alimentaria ha publicado un estudio sobre la forma en que la industria alimentaria procesa el aceite de Palma (se somete a temperaturas por encima de los 200ºC), donde se dice que «éste desprende sustancias dañinas para el ADN y tóxicos que pueden favorecer la aparición de cáncer».
Aceite de Palma y Colesterol
La grasa de palma es rica en colesterol LDL (el malo malísimo), de forma que ni que decir tiene que debes evitar consumir alimentos con aceite de palma si tienes colesterol alto, o quieres evitar tenerlo.
Qué productos contienen Aceite de Palma
Según un informe de la OCU sobre el aceite de palma, el 68% de los productos elaborados en España en 2014 contenía aceite de palma, y a día de hoy la situación no es muy distinta, aunque sí ha habido un cambio visible provocado en gran parte por la mayor conciencia que existe entre la población.
Encontrar alimentos sin aceite de palma procesados, es casi misión imposible, aunque lo más seguro es apostar por alimentos frescos y por evitar los precocinados en cualquiera de sus variables.
Por regla general, es prácticamente imposible no encontrar aceite de palma en galletas, bollería industrial, helados, pizzas, salsas, patatas de bolsa, cereales, cremas de cacao, palomitas, biscotes, quesos untables, margarinas, cremas, fiambres, bombones, caramelos blandos, etc.
Últimamente, he descubierto incluso la presencia de aceite de palma en algunos panes industriales como el pan de molde, las baguettes industriales, etc.
Lo más desolador de todo esto es comprobar cómo el aceite de palma inunda los alimentos infantiles: papillas, galletas, chuches (gominolas, palotes, caramelos, etc.), etc.
Galletas sin Aceite de Palma
Las galletas están presentes en los desayunos de un porcentaje elevadísimo de españoles, y en la mayoría de los desayunos infantiles. Por supuesto, las galletas rellenas de chocolate consiguen la textura en la crema gracias a la presencia de altos índices de aceite de palma, pero el resto de galletas no se salvan.
Personalmente, después de sondear las estanterías de varios supermercados, he localizado sólo dos tipos de galletas sin aceite de palma: las galletas Tosta Rica de Cuétara con dibujos y la mayoría de sus correspondientes equivalentes de marcas blancas, y las galletas Dinosaurus con formas de dinosaurios de Artiach. Si sabes de alguna más, por favor, deja un comentario al final.
Actualizado a fecha 24 de noviembre de 2018: a día de hoy, el número de galletas de desayuno sin aceite de palma ha aumentado en las estanterías de los supermercados, habiendo sido sustituido en la mayoría de los casos por aceite de girasol (es curioso comprobar cómo aparece indicado en la caja como si se tratara realmente de algo excepcional… lo es).
Por qué la leche de fórmula para bebés contiene Aceite de Palma
La relación de entre la leche materna y el aceite de palma viene de lejos; tanto, como la propia existencia del ser humano, ya que, por raro que parezca, el total de las grasas contenidas en la leche materna (que son muchas) son un 25% ácido palmítico, de los cuales, a su vez, un 70% son beta palmitato, una sustancia que contribuye en la asimilación del calcio de forma decisiva.
Es por eso que la totalidad de las leches de fórmula para bebés contienen esta misma sustancia, levantando las alarmas de quienes la asocian erróneamente con el aceite de palma procesado que se usa para elaborar otros alimentos.
Alternativas al Aceite de Palma
Obviamente, existen alternativas al aceite de palma a disposición de la industria alimentaria, aunque el empleo de otras grasas conllevaría un encarecimiento de muchos productos:
- Aceite de girasol, bastante barato y con un contenido de grasas saturadas muy inferior al del aceite de palma.
- Aceite de oliva, unas 7 veces más caro que el aceite de palma, pero muy rico en grasas mono y poliinsaturadas beneficiosas para la salud.
Pero, ¿acaso no es más razonable pagar un poco más por alimentos de mayor calidad, para evitar tener que hacer ese mismo gasto en medicamentos en un futuro?
Voy a terminar con una reflexión: en 2014, en las autoridades sanitarias de Dinamarca prohibieron el uso de grasas trans en la alimentación que, sólo un año después, provocó un descenso drástico de los casos de mortalidad asociados a problemas cardiovasculares en ese país. Me pregunto qué pasaría si las grandes cabezas de la industria alimentaria a nivel mundial, simplemente, elaboraran sus productos aplicando las mismas buenas prácticas que aplicarían para elaborar la comida de sus hijos.
Las galletas dibus minis de gullón llevan aceite vegetal (girasol alto oleico). No dice nada de aceite de palma. Los niños se las comen muy bien, como las de dinosaurios; aún recuerdo a Cuco comiéndoselas hace 25 años…
😀 Gracias, Rafa. No las conocía, pero es bueno que engordemos la lista para que haya más galletas sin aceite de palma donde elegir. Un abrazo.
No sé si todas, pero las galletas de la marca Gullón tampoco suelen llevar palma entre sus ingredientes.
Otras galletas que no tienen aceite de palma son las galletas María Dorada de la marca Hacendado de Mercadona.