Seguramente no tienes aceite de nabina en tu casa en una botella, pero este aceite, en realidad más conocido como aceite de colza, está presente en muchos de los productos que almacenas en tu cocina.
Sólo tienes que leer los artículos que escribí sobre el aceite de palma o sobre las grasas trans para ver un ejemplo extremo de hasta qué punto la industria alimentaria practica el arte de los eufemismos en los etiquetados de los productos. Pero, ¿por qué es tan frecuente encontrar el aceite de colza expresado en los ingredientes de los productos envasados como «aceite de nabina»?
Será que he crecido en medio de campos llenos de esta flor, que surge del suelo agradecida cuando sale el sol después de pocos días de lluvia, pero a mí la flor de colza, y por extensión, el aceite de colza, siempre me han caído bien. Claro, que cuando era sólo un niño, yo conocía a la colza como «pan y queso» y ya por entonces, sin yo saber de qué se trataba en realidad, en mi mente subyacía una idea peyorativa del concepto de colza.
La razón es que en abril de 1981, cuando yo contaba mi tercera primavera, tuvo lugar una contaminación alimenticia masiva en España que provocó la muerte de más de mil personas y el envenenamiento de más de 60 mil, que manchó el nombre de un aceite libre de todo pecado.
Si aquellas partidas de aceite de colza vendidas en el mercado negro como aceite de oliva causaron los estragos que causaron, es porque portaban una sustancia proveniente de un pesticida ilegal en España, algo que hubiera podido pasar con cualquier otro producto.
Pero el caso es que el nombre del aceite de colza quedó estigmatizado de por vida en España, hasta el punto de que hoy en día mucha gente sigue atribuyéndole propiedades malignas injustamente; y esta es la razón por la que la industria alimentaria, al menos en España, prefiere referirse a esta grasa vegetal no por su nombre de toda la vida, sino como aceite de nabina.
Otras formas de llamar al Aceite de Colza
Aparte del nombre de aceite de nabina, es posible que veas botellas de aceite o referencias en algunos de los productos envasados que compras al aceite de colza como aceite de canola, que no es otra cosa que un tipo de aceite de nabina o colza obtenido a partir de una flor de colza genéticamente modificada, con el fin de ofrecer unos niveles de ácido erúcico más bajos (este ácido está contenido en el aceite de colza normal en hasta un 54% del total).
Propiedades del Aceite de Nibina o Colza
El ácido erúcico, si bien es un ácido monoinsaturado del grupo de los comúnmente conocidos como Omega-9, a priori considerado como cardiosaludable, deja de serlo al ser consumido en grandes dosis como las que aporta el aceite de colza.
El aceite de canola, sin embargo, es un aceite vegetal muy nutritivo con un fenomenal equilibrio de grasas saturadas (muy bajos aportes) y grasas mono y poliinsaturadas. Es, por ello, un fenomenal aporte dietético para quienes quieren cuidar sus niveles de colesterol, el estado de su tejido vascular, etc. Además, esta modalidad de aceite de colza es muy rica en vitamina E.
Foto: Peter O’Connor
Has mezclado dos cosas con respecto al síndrome tóxico de la colza. Se culpó al aceite de colza que primeramente era para uso industrial y por un proceso químico-térmico se generaba una sustancia tóxica a la que achacaron los problemas pero realmente es lo que tú dices, un pesticida, desarrollado por Bayer, y no usado en la colza, si no en tomates. Tiempo después de los primeros casos, médicos en España ya identificaron que familias que habían usado aceite de colza, no todos sus integrantes, desarrollaron síntomas además de que reconocieron que la sintomatología era provocada por pesticidas de un tipo en concreto organofosforados. Nemacur para ser más exactos.