La vitamina C (o ácido absórbico) es un excelente antioxidante esencial para los seres humanos, que entre otras propiedades, destaca por contrarrestar el envejecimiento celular, por facilitar la absorción de otras vitaminas y de los minerales, por intervenir en la metabolización de las grasas y por evitar multitud de enfermedades como el cáncer, la arterioesclerosis, e incluso problemas de corazón. Pero si por algo es conocida la vitamina C, es por reforzar las defensas de nuestro organismo a la hora de hacer frente a la tan temida gripe común.
Los cítricos (las naranjas, las mandarinas, el pomelo, el kiwi, etc.) son la principal fuente de vitamina C, si bien ésta se encuentra presente en mayor o menor grado en la mayoría de frutas y verduras. Si quieres «vacunarte contra la gripe», por tanto, antes de acudir al practicante tienes que empezar a hacerte fuerte desde la alimentación. Una dieta rica en naranjas, zumos de fruta, pimientos rojos y verdes, arándanos, coles, tomate, brócoli, fresas, espinacas, etc.; seguro que te ayudará a prevenir la gripe en cualquier época del año.
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