Los garbanzos no son sólo para hacer cocidos. Son la base de muchos otras preparaciones como una buena ensalada de garbanzos, un delicioso hummus o un puré cremoso y lleno de sabor y proteÃnas de alto valor nutricional.
Pero si lo tuyo es el cocido, sin duda querrás saber cuál de todos los tipos de garbanzos que hay a la venta, son los mejores para este fin. Si quieres saber cuál es el mejor garbanzo para hacer el cocido y que cada bocado del mismo sea una auténtica delicia.
Nuestra intención en este artÃculo no es más que la de aconsejar a aquellos que aún no han encontrado el garbanzo perfecto para cocinar un buen cocido. Si ya tienes la suerte de haber dado con ese garbanzo que te permite preparar el mejor de los cocidos, no le des más vueltas y sigue comprando ese.
¿Y qué pasa si cuando vayas a comprar ese garbanzo que tanto te gusta, resulta que no lo tienes? ¿Qué haces entonces? Pues entonces sÃ, sigue nuestros consejos.
Elige el mejor garbanzo para hacer cocido
Sin duda, para que el cocido sea gustoso y apetecible, no hay nada como comprar un garbanzo con la piel fina pero que, además, no se despelleje fácilmente durante la cocción.
Como habrás podido observar en la foto que precede a estas lÃneas, los garbanzos utilizados en esa receta presenta no sólo un exceso de cocción, también se pueden ver las pieles de los garbanzos mezclados con la carne de los mismos.
Esto que puede ser una tonterÃa no lo es tanto, pues afea mucho el plato (y todos comemos con los ojos antes que con la boca) y nos alerta de que la piel del garbanzo puede ser más basta y gruesa de lo que querrÃas en tu mesa.
Hasta hace no mucho en el cocido se utilizaban los garbanzos grandes. Esto era propio del dicho de «burro grande ande o no ande» y llevó casi a la extinción a los garbanzos de pequeño tamaño.
Por suerte para ellos y para nosotros, poco a poco los garbanzos de tamaño pequeños han ido ganando prestigio en los cocidos y son, en estos momentos, los preferidos por la mayorÃa de los consumidores.
Garbanzo Pedrosillano
Entre los garbanzos preferidos para los cocidos hoy en dÃa tenemos variedades como el garbanzo Pedrosillano, de tamaño pequeño y precio algo más alto que el del otras variedades, y tiempo de cocción tal vez algo más largo, pero con un sabor fino y elegante, su capacidad de absorber hasta el 100% de su peso en lÃquido y su textura mantecosa una vez cocidos, los hacen ideales para ser la base de un buen cocido.
Garbanzo Pico Pardal
De nuevo tenemos entre manos un garbanzo pequeño, con la piel tan fina que casi se hace imperceptible, textura mantecosa, no terrosa, de rico sabor y con una cocción más corta que otros tipos de garbanzos de su mismo tamaño o, evidentemente, de tamaño mayor.
Su sabor se modifica gracias a aquello con lo que se cocina, ya que absorbe mucho los sabores que están presentes en el agua de cocción. Esto los hace ser aún mejores para preparar un buen cocido.
Garbanzo Morañego
No son los más conocidos del paÃs, pero con ellos en uno de los restaurantes de España donde se prepara el cocido madrileño desde hace generaciones, no dudan en utilizar el garbanzo Morañego en todos y cada uno de sus pucheros.
Garbanzo de la MaragaterÃa
En este caso hablamos de un garbanzo de tamaño algo más grande. PodrÃamos decir que lo calificarÃamos como un garbanzo de tamaño mediano-grande con las caracterÃsticas del garbanzo castellano aunque algo menor que él.
El garbanzo Castellano
A quienes les gusta el garbanzo de tamaño grande no durarán en comprar esta variedad para hacer su cocido. Para nosotros, como ya hemos comentado, no es la mejor opción, pero es cierto que es muy apreciado por algunos cocineros de alto prestigio, y por muchos comensales que ven en su gran tamaño toda una delicia.
Entre los garbanzos castellanos más apreciados tenemos el garbanzo de Fuentesauco un garbanzo algo más pequeño con un grano muy redondeado, surcos marcados en su superficie y un pico curvo muy apreciable a simple vista.
Garbanzo Venoso Andaluz
Es un garbanzo muy tÃpico en Granada y se le conoce muy fácilmente por poseer una forma alargada. Está provisto de una piel lisa que forma finas venas y surcos en la superficie de los que cogen su nombre.
Su sabor es algo más intenso que el de otros garbanzos y es lo que les hace perfectos para cocidos y pucheros, aunque nunca están de más en ensaladas, purés y cremas.