Es curioso, porque cuando uno escucha por primera vez la expresión «fruta climatérica» o «fruta no climatérica», puede incluso llegar a pensar que le están gastando una broma.
Pero nada de eso, aunque ni siquiera tu frutero o frutera lo tenga claro, o sí lo sepa pero lo esté llamando de otra forma, lo cierto es que a todos nos conviene saber cuáles son las frutas climatéricas y cuáles son las frutas no climatéricas. ¡Y enseguida vas a entender por qué!
Qué son las frutas climatéricas
El adjetivo «climatérico» aplicado a las frutas poco tiene que ver con su color, con su sabor, con el país de origen, con su precio, o con sus propiedades alimenticias. No, no es que el consumo de las frutas climatéricas sea recomendable para tener un clímax más placentero, ni nada por el estilo. La respuesta al «enigma» es mucho más sencilla: las frutas climatéricas son simplemente aquellas que, una vez arrancadas del árbol frutal del que proceden, continúan con su proceso de maduración.
Cuando nos preguntamos cómo hacer para que una fruta concreta madure más rápido, o al revés, cuando nos preguntamos cómo hacer para conservar una fruta determinada más tiempo, es porque estamos ante un tipo de fruta climatérica.
Por ejemplo, si te estás preguntando cómo conservar los plátanos para que duren más, es porque los plátanos son una fruta climatérica.
Cómo maduran los plátanos y las frutas climatéricas en general. Cuando más calor reciben, especialmente si los exponemos al sol, más rápido madurarán. Por el contrario, si queremos ralentizar el proceso de maduración de una fruta climatérica una vez arrancada del árbol, lo que tenemos que hacer es guardarlas en frío y tocarlas lo menos posible.
Ejemplos de frutas climatéricas
Las principales frutas climatéricas son:
- Las manzanas 🍎
- Las peras 🍐
- Los plátanos y las bananas 🍌
- El aguacate 🥑
- El mango 🥭
- Los caquis
- Las ciruelas
- Los albaricoques
- Los melocotones 🍑
- Las chirimoyas
- Las nectarinas
- Los melones 🍈
- Las papayas
- Las chirimoyas
Qué son las frutas no climatéricas
Por el contrario, las frutas climatéricas no maduran cuando las arrancamos del árbol. Ojo, eso no quiere decir que no tengan fecha de caducidad, aunque son menos perecederas que las frutas climatéricas, y bien guardadas en un lugar fresco, nos pueden durar mucho tiempo una vez en casa.
La diferencia con respecto a las frutas climatéricas es que las frutas no climatéricas no van a madurar, y por tanto, si las cogemos verdes, su sabor seguirá careciendo de dulzor por mucho tiempo que pase hasta el momento de comerla.
La fruta no climatérica, por tanto, hay que recogerla del árbol en su punto exacto de maduración, mientras que la fruta climatérica se puede coger un poco inmadura, o bastante inmadura (una práctica bastante común en las frutas de exportación).
Ejemplos de frutas no climatéricas
Las principales frutas no climatéricas (las más conocidas), son las siguientes:
- Las naranjas 🍊
- Las mandarinas
- Los limones 🍋
- Los pomelos
- Las piñas 🍍
- Las uvas 🍇
- Las frambuesas
- Las moras
- Las granadas
Foto: Darcy