Hoy, como todos los primeros domingos de mayo, se celebra el día de la madre en España, un día en el que todas las madres de España se despiertan con la dulce sospecha de que sus hijos, tras varios días de misteriosos recados y de mensajes al oído, las sorprenderán con un ramo de flores, un perfume, o tal ve simplemente con una llamada o una agradable visita.
Yo soy de los que defienden el día de la madre como la fecha ideal para la reunión de todos en casa: padres y hermanos. Y nada se me ocurre más adecuado en una ocasión así como cocinar para una madre. En la mayoría de los casos, los hijos hemos recibido de nuestras madres nuestra sabiduría gastronómica; por eso, para éstas será un motivo de orgullo comprobar cómo sus polluelos preparan con más o menos maña, pero siempre con la mejor de las intenciones, el plato que tantas veces ha cocinado ella.
Si se trata de sorprender y de obsequiar a nuestras madres con algo de valor, puestos a cocinar lo mejor es que nos ciñamos a algo que se ajuste a nuestras posibilidades. Hay que ser honesto con uno mismo. Si nuestros conocimientos no nos dan para más, un buen desayuno al gusto de mamá con un buen ramo de flores (ésta es la mejor época para cogerlas frescas del campo) será una manera estupenda de felicitar el día a nuestras madres. Pero si nos atrevemos, podemos sorprenderlas con algo un poco más elaborado, como un pollo en salsa, una ensaladilla (muy apropiada en estas fechas), una tarta de chocolate, un bizcocho.
¡Felicidades a todas las madres!
Foto: lunavorax