A escala global, y sobre todo si hacemos referencia a las diferencias entre países ricos y países pobres, es fácil llegar a la conclusión de que la alimentación de las personas está condicionada por el grosor de los bolsillos de cada cual. Tanto tienes, tanto comes. Pero más difícil resulta hacerse a la idea de que en un país rico como España, en el estrecho margen de dos años, más de la mitad de las familias se hayan visto obligados a modificar sus dietas condicionadas por la crisis.
Ésta es la conclusión que se extrae de una encuesta realizada por Intermón Oxfam en España y 16 países más de los cinco continentes, en la que se han puesto de relieve los problemas alimenticios derivados de las carencias económicas sobrevenidas -en el caso de los países desarrollados-, o agravadas -en el de los países subdesarrollados o en vías de desarrollo-, con motivo de la crisis económica y la subida paralela de los precios de los alimentos.
No se especifica en la encuesta, pero suponemos que en España, los cambios en la dieta habrán sido la consecuencia de la tendencia lógica a minimizar los costes de la cesta de la compra, anteponiendo en todo caso el ahorro a los criterios de calidad. Pero esto, sin dejar de ser preocupante, es insignificante comparado con el drama que estarán sufriendo quienes, a diario, viven con la incertidumbre de si podrán o no llevarse algo a la boca. Y es que si el hecho de comer peor es malo, el no comer significa la enfermedad y la muerte. Por eso deseo con toda mi alma que, ésta vez sí, los ministros de Agricultura del G20 que se reunirán próximamente en Francia, sean responsables, solidarios y hagan valer el sentido común por encima de cualquier interés particular, a la hora de debatir las causas y las posibles soluciones a la subida de los precios de los alimentos derivada del aumento del precio del petróleo.
Foto: palm z
Qué buen artículo. Es así de triste pero la realidad es la que dices, comemos según el dinero que ganamos. Por eso los que no tienen nada están muriendo de hambre todos los días. Yo también intento comprar lo más barato que veo, las circunstancias obligan en estos tiempos..