La última cena de Jesús con sus discípulos es posiblemente el evento gastronómico más conocido de la historia, al menos de la historia sacra, junto con la ingesta de la manzana prohibida por parte de Eva en el Jardín del Edén, pero obviamente, nos interesan más los productos elaborados de una cena que una simple manzana, por sabrosa que fuera, que debió serlo.
Pocos saben qué comieron Jesús de Nazaret y los doce apóstoles la noche antes de la crucifixión del primero, y seguramente sea imposible saberlo con exactitud.
Hay muchas teorías. La primera, la de los propios asistentes a la cena, como Marcos, quien asegura que en aquella cena de amigos sólo se comió pan y vino. El pan sin levadura, y el vino, sin alcohol; con respecto a la tradición judía.
Pero si, como todo parece indicar, en la última cena se celebró la Pascua judía, lo que allí se debió comer fue cordero asado (el tradicional cordero pascual), pan ácimo y hierbas amargas. Para regar tales manjares, muy posiblemente, beberían 4 copas de vino. ¿Y de postre? Como colofón a tan trascendental evento, Jesús y sus discípulos tomaron seguramente una especie de tarta de manzana que, a parte de las manzanas, se elaboraba con nueces, miel, canela y vino.
Si hay algo que induce a confusión es la propia Biblia, ya que en algunos de sus pasajes se afirma que Jesucristo fue crucificado el día antes de la Pascua judía. Luego hay curiosidades como el misterioso lienzo de la Última Cena de Leonardo da Vinci, en el que según un estudio de un grupo de investigadores que se publicó en 2008, en vez de cordero lo que aparece en la mesa es, nada más y nada menos, anguila a la parrilla con rodajas de naranja, una comida muy típica en Italia en el siglo XV.
Que interesante saber eso!!! Según Marcos, sólo comió pan y vino. Obvio se debió tratar de un pan delicioso y un vino exquisito! Que buena nota.