Aunque como en todo, se dan distintos grados en la aplicación de una dieta vegetariana, por vegetariano se entiende a las personas que siguen regímenes alimenticios en los que se rechazan los productos derivados de los animales. La carne, por supuesto, el pescado, pero también los huevos, la leche, y el resto de productos lácteos, en muchos casos.
El vegetarianismo es una forma de entender la alimentación que puede darse por cuestiones puramente nutricionales, por respeto a los animales, o por una simple cuestión de gusto. Pero como decíamos, hay vegetarianos extremos, a los que se conoce como veganos (y entre éstos, los crudiveganos), y otros menos. Los que sí admiten la leche, los huevos y sus derivados en sus dietas, son conocidos como ovolactovegetarianos.
Parece que el matemático Pitágoras fue uno de los primeros defensores y seguidores de las dietas vegetarianas en la antigüedad, una tendencia que no volvió a tener un peso significativo hasta mediados del siglo XIX, con la fundación de la Vegetarian Society. Pero ¿qué significa desde un punto de vista nutricional ser vegetariano? ¿Cuáles son las ventajas y los inconvenientes de no comer carne animal ni sus derivados?
Si uno se pone a leer los informes de quienes tienen autoridad para hablar de estos temas, los científicos, enseguida se da cuenta de que, como casi siempre, el extremo es desaconsejable, mientras que el camino del medio, el del equilibrio, tiene muchas ventajas. Por lo que he podido saber, los dietistas y nutricionistas en general no rechazan frontalmente las dietas vegetarianas equilibradas. Al parecer, una dieta vegetariana (sin filetitos de secreto ibérico, sin chorizo, sin jamón, sin mortadela de aceitunas, sin queso), aunque pueda resultar dura frustrante desde un punto de vista psicológico para quienes ya se han dado a los placeres de la carne, siempre que esté planificada por un nutricionista, es saludable y puede resultar beneficiosa para prevenir ciertas enfermedades: algunos tipos de cáncer, obesidad, dolencias cardiovasculares, etc.
Los principales inconvenientes de las dietas vegetarianas estrictas, sin embargo, son como para tenerlos en cuenta a la hora de decantarse por este tipo de régimen alimenticio. Y es que hay sustancias muy importantes para la salud, como los ácidos grasos Omega 3, que sólo se encuentran en determinadas carnes y pescados (y en algunas algas extrañas que no venden en la frutería de la esquina). Por eso, y por otras carencias de las verduras, legumbres y frutas, con respecto a los productos animales, una dieta vegetariana llevada al extremo y sin control de un especialista, puede acarrear anemia, desnutrición, osteoporosis o un debilitamiento del sistema inmunitario.
Yo no soy nutricionista, pero sé entender lo que me dicen quienes entienden de nutrición, por eso siempre he defendido, defiendo, y defenderé el equilibrio en la alimentación como base para una salud plena, para el acercamiento al concepto de mente sana en cuerpo sano. Claro, que hablar de equilibrio es mucho hablar y poco decir. Para más información, os remito a los consejos nutricionales que venimos publicando en el blog desde los inicios.
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Foto: Little Blue Hen
Probablemente, Ignorar, fomentar o financiar un trato cruel e innecesario hacia otro ser vivo (sintiente) hace que esa «dieta equilibrada y nutricionalmente perfecta» sea incompatible con ese concepto de «mente sana». Por lo que solo tendrás un cuerpo sano en una «mente atrofiada».
Las preguntas que todos deberian plantearse y reflexionar son:
· ¿Me considero un ser moral o amoral? ¿Importo solo yo mismo o tambien importa el mundo?
· ¿Que consecuencias acarrea el consumo de carne o productos de origen animal, tanto en mi mismo como en mi entorno?
· ¿Existe alguna alternativa segura y viable?
Para mi, la respuesta fue simple: no necesito carne porque tengo alternativas cientificamente comprobadas, por lo que el consumo de la misma se convierte en una posicion de comodidad o en un puro placer. Considero la vida de un animal (humano o no) mas importante que un placer o una facilidad. Por tanto, el consumo de carne o productos que supongan cualquier tipo de maltrato, crueldad o explotacion negativa no tienen fundamento.
Un saludo.