Los refrescos de naranja no son de naranja

Un baso de zumo de naranja sobre un dibujo de un ojo

No sé si será porque las latas de Fanta de naranja nunca me han inducido a pensarlo, o porque ya tenemos todos absolutamente asumido el carácter engañoso de la publicidad y de la información misma de los envases de comida, que nunca he contado con ingerir naranja al beber Fanta de naranja. Pero pensándolo bien, el hecho de que cualquier bebida de naranja y llamada «de naranja» no lleve naranja, es tan desconcertante como que los zumos 100% naturales no sean naturales, o que muchos alimentos hayan dejado de saber a lo que siempre han sabido.

Que los refrescos de naranja no sean de naranja es una conclusión personal, o no, según se vea, porque en mi opinión, un 8% del total no es una cantidad suficiente como para ganarse el apelativo «de naranja». La conclusión la he sacado a partir de un artículo de la OCU acerca de los refrescos y las bebidas de verano. En éste se informa de la obligación de los fabricantes de no incorporar más de un 0,5% de alcohol, de utilizar para éstos agua óptima para el consumo humano (¡acabáramos!) y otros ingredientes como zumos, azúcares, anhídrido carbónico, y otros. De las cantidades de cada cosa, al parecer, no se dice nada.

Pero del informe, a mí particularmente me llama la atención, a parte del excesivo contenido en azúcares que he podido comprobar que tienen la mayoría de los refrescos de cola, la escasa cantidad de zumo de las bebidas apellidadas con el nombre de alguna fruta. Claro, que si el que más tiene es el Bi Frutas de Pascual con tan sólo un 30% y cita la palabra frutas en el envase, no es de extrañar que la mayoría de bebidas con gas tipo Fanta o Kas, que sólo hacen alusión a la naranja en letras pequeñas, se queden en un pobre 8%.

Foto: Lucas_B

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